"Kankuro, hoy me reuniré con nuestro aliado" - dijo Baki mientras miraba a su Genin, el que parecía tener el mayor sentido común de su equipo - "Espero que controles a tus hermanos hasta que vuelva"
"Entendido, aunque tengo una duda, Baki sensei" - respondió Kankuro con el ceño fruncido - "¿Por qué la gran mayoría de nuestra fuerza militar está viniendo al ataque, mientras que solo el 20% del total de soldados son de Otogakure no Sato?"
"No lo sé, tampoco me importa" - respondió Baki con irritación - "Solo tenemos que seguir las instrucciones de Rasa-sama, ese es nuestro destino como Shinobis de Suna"
Kankuro se quedó en silencio mientras asentía con debilidad, y observaba cómo su líder desaparecía a través de la puerta.
Lentamente, el joven de Suna caminó hacia la habitación de su hermana mayor, sintiendo cómo esta todavía estaba encerrada, para luego ir donde su hermano menor, escuchando cómo este estaba hablando con él mismo.
"Esto es cada vez peor..." - murmuró Kankuro mientras apretaba su puño con furia, no solo porque su hermana estaba triste, sino también su hermano menor que parecía al borde del colapso - "Tal vez... no, todavía es demasiado temprano como para pensar en esto..."
*****
"Esto se siente, como si algo estuviera a punto de suceder" - murmuró Kurama mientras fruncía el ceño al mirar el cielo que estaba lentamente tornándose de un intenso color anaranjado, demostrando que anochecería en cualquier momento.
"¿Estás seguro de esto?" - preguntó Kurenai, quien había aparecido al lado del joven de cabello rojo, con una expresión extraña en su rostro - "¿Deberíamos de hablarlo con Hiruzen-sama?"
"No estoy seguro, pero es mejor prevenir que lamentar" - respondió Kurama con el rostro serio mientras creaba un clon y lo mandaba a la [Torre Hokage], manteniendo una expresión seria - "Solo espero que este mal presentimiento no sea más que eso, solo una mala sensación..."
El tiempo avanzó lentamente para la gente de Konoha, tiempo en el que una situación peligrosa se estaba desarrollando, una situación desconocida para la gran mayoría de habitantes de la aldea en medio del bosque.
Dos siluetas aparecieron en la terraza de un edificio, los dos cubiertos por la oscuridad de la noche.
"¿Seguro de que nadie te siguió?" - preguntó una voz joven proveniente de la primera silueta, quien estaba de brazos cruzados - "Te pregunto porque fue difícil escabullirme por Konoha ahora que descubrieron que soy aliado de Orochimaru-sama"
"¿Dudas de mi talento, Kabuto-dono?" - preguntó Baki mientras mostraba su rostro iluminado por la luz de la luna - "Si es así, entonces tendré que defender mi honor"
"Ok, ok, suficiente de bromas" - dijo Kabuto mientras su expresión se volvía seria - "Es tiempo de que hablemos de negocios"
El dúo rápidamente inició con la conversación relajada, sin que notaran cómo una silueta los estaba observando desde las sombras.
"Kabuto Yakushi, un subordinado confirmado de Orochimaru, él está hablando con Baki, Jonin Sensei del equipo del Jinchuriki de Suna" - murmuró la silueta, quien no era otro que Hayate Gekko, el Tokubetsu Jonin que había servido como examinador de la tercera prueba, y la persona que había sido asignada para observar a los ninjas de Suna - "Y no solo eso, los alrededores han sido reemplazados por una fuerza desconocida..."
Durante su camino de seguimiento, Hayate había logrado esquivar a un grupo de Anbus con máscaras en blanco gracias al Kekkei Genkai de su clan que facilitaba el uso de técnicas de camuflaje.
"Creo que este es un buen momento para comunicar mis hallazgos..." - pensó Hayate mientras invocaba a un pequeño hurón - "Shiki, quiero que le lleves esto a Hiruzen-sama, ya tenemos las pruebas suficientes de la traición de Sunagakure no Sato, así como la participación de Kabuto Yakushi y Orochimaru de los Sannin"
Viendo que su pequeño compañero había iniciado con su misión, Hayate invocó dos clones gracias al Kage Bunshin no Jutsu, y lentamente empezó a moverse de su escondite, haciendo en el proceso que su cuerpo empezara a volverse transparente - "Meisaigakure no Jutsu (Jutsu: Escondite y Camuflaje)"
Lentamente, Hayate continuó moviéndose hacia donde estaban los dos hombres reunidos, escuchando mejor el tema de la conversación, el cual hizo que un sudor frío recorriera su espalda.
"Entonces... ¿Iniciaremos la invasión cuando empiecen los combates del próximo examen?" - preguntó Baki con una expresión neutral.
"Exacto, ese será el momento donde todas nuestras piezas estén en el lugar correcto" - respondió Kabuto con una sonrisa amigable en su rostro, aunque esto solo le hacía verse más psicópata de lo que debería, no porque su presencia fuera imponente, sino porque estaba diciendo algo tan peligroso con una expresión amigable.
"Aunque tengo una pregunta que hacerte, y tiene que ver con ese chico pelirrojo de Konoha" - dijo Baki con el rostro serio, lo que causó que Hayate se detuviera por completo - "¿Quién es Kurama Uzumaki, y por qué Gaara siente tanto interés por él?"
"Esta es información no está confirmada, pero tal parece que él es el Jinchuriki del Kyuubi no Kitsune" - respondió Kabuto con una expresión seria - "Tal vez Gaara siente interés por él, porque los dos tienen el mismo destino"
Baki guardó silencio mientras pensaba detenidamente, aunque su expresión cambió cuando escuchó el sonido de una alarma - "!"
"Tranquilo, es alguien que trabaja con nosotros" - dijo Kabuto mientras calmaba al ninja de Suna.
Baki le lanzó una mirada hostil al subordinado de Orochimaru, solo para ver una silueta a oscuras - "¿Y quién es este supuesto aliado?"
"Es alguien que conoces extremadamente bien" - respondió Kabuto con una enorme sonrisa - "Te presento al destello dorado de Konoha"
La expresión de Hayate volvió a cambiar porque no se esperaba este tipo de información, más porque Minato Namikaze debería de estar encerrado en la prisión más segura de Konoha.
Lentamente, una silueta apareció delante del dúo de conspiradores, una silueta que era inconfundible para Hayate, después de todo, él había trabajado para él por años.
"Minato Namikaze, el hombre que perdió todo" - dijo Baki con ligero interés - "No me esperaba que Orochimaru lograra sacarte de la prisión, mucho menos hacer que recuperaras la habilidad de usar Chakra"
Minato no le respondió, él simplemente observó en dirección donde estaba Hayate, quien rápidamente retrocedió porque sabía que si se mantenía en ese lugar, él moriría, y no podía dejar que eso pasara, no cuando tenía información de suma importancia que reportar, aunque antes de que pudiera dar otro paso, él sintió cómo alguien lo agarraba del cuello - "Ugh..."
"¡¿Alguien nos estaba espiando?!" - exclamó Baki con sorpresa, reconociendo al hombre que los había estado observando - "No esperaba que alguien con una enfermedad, fuera tan hábil"
"Menos mal que trajimos a Minato-san" - dijo Kabuto con una feliz sonrisa mientras caminaba donde estaba Hayate - "Veamos... supongo que tendremos que matarte rápido, después de todo, no sabemos si ya enviaste una señal para que vengan a socorrerte"
Hayate no respondió, él simplemente miró a Minato con una expresión mixta, después de todo, este era uno de los héroes de Konoha - "¿Por qué?"
Minato simplemente se acercó al rostro de Hayate y con una voz que pareció venir desde el infierno, le susurró algo que dejó aterrado al hombre enfermo - "Porque yo no soy Minato Namikaze... yo soy... el Kyuubi no Kitsune..."
Con un movimiento rápido, Minato le rompió el cuello a Hayate, lanzándolo al suelo, solo para que Baki y Kabuto observaran la expresión aterrada en su rostro.
"¿Qué fue lo que le dijiste?" - preguntó Baki mientras levantaba una ceja.
"Yo también tengo curiosidad" - dijo Kabuto mientras ladeaba la cabeza.
"Lo que le dije, no es importante, es mejor que dejemos esta conversación para otro momento" - respondió Minato con una mirada aburrida - "Después de todo, ya dijeron todo lo que tenían que decirse"
"Hmm, tienes razón" - asintió Kabuto mientras veía cómo Baki desaparecía del lugar - "Vamos"
"Ok" - asintió Minato mientras le daba una última mirada al cuerpo inerte de Hayate.
*****
"Yugao-chan..."
"!" - Yugao lentamente abrió los ojos al sentir la voz de su amado, sintiendo cómo su estómago se hundía - "Hayate-kun..."
Rápidamente, ella intentó levantarse, solo para sentir cómo su cuerpo estaba completamente sudado, a la par de que sentía cómo su corazón latía a mil por hora.
"Por favor... por favor dime que todo salió bien" - dijo Yugao mientras sentía cómo respiraba con dificultad.
Sin saber el motivo, Yugao estaba aterrada y ansiosa, al punto de que cada cosa que tomaba, se le caía de las manos, aunque lo que más la aterró, no fue otra cosa que la foto que ella se había tomado con su amado, la cual al caer al suelo se había roto justo sobre la silueta de Hayate, lo que causó que ella empezara a llorar inconscientemente.
Yugao rápidamente tomó la foto, solo para cortarse uno de sus dedos, causando que la imagen de Hayate se cubriera de sangre, lo que causó que sintiera cómo todo su mundo se congelaba - "No..."
"Neko..." - dijo una voz masculina - "Hiruzen-sama pide tu presencia en su oficina..."
Yugao asintió con debilidad mientras sentía cómo su garganta se cerraba.
Ese fue el día en el que los diferentes clanes de Konoha recibieron dos noticias importantes, la primera siendo que mañana habría una reunión obligatoria para todos los líderes de Konoha, y la segunda, la muerte del Tokubetsu no Jonin, Hayate Gekko durante una misión dentro de las paredes de Konoha.