Cherreads

Chapter 24 - Capítulo 23

Seguí vigilando a Rachel por si se comportaba de manera errática o quería escapar, pero no, solo me observaba ocasionalmente y seguía trabajando.

Quedé bastante insatisfecho por la conversación. Tenía mucho más que decir, como despreocuparla de que Batman la vigile, diciéndole que el gobierno te vigila, las redes sociales te vigilan (aunque creo que en este universo no hay tantas redes sociales como en el anterior), cualquier aplicación te vigila... Que te vigile uno más no es la gran cosa.

Ni siquiera parece molesta porque es medio demonio. Llevo una semana siendo un hombre de arena y ¡todavía me molesta haber perdido mi humanidad!

Dejando los nervios que tuvo al principio, parece bastante tranquila con su Padre Destructor de Universos, que era mi plan al decirle que mientras no lo invoque no pasa nada, pero esperaba decirle que la Liga de la Justicia salva el mundo una vez al mes (mínimo), no muy tranquilizador hasta que te das cuenta que han salvado el mundo doscientas veces (aunque con daños laterales).

Así que estoy molesto por su falta de preocupación.

E incómodo por la forma en la que me mira. Se siente como si me dieran una gran responsabilidad que no quería. Esta manipulación la esperaría de Batman, no de ella, pero no creo que lo esté haciendo a propósito.

Comencé a trapear la casa, ignorando las pocas gotas de agua que me tocaban, era más difícil exprimir el trapeador sin un bote sin mojarme. Poniendo los focos para tenerlos listos cuando haya luz, tuve que pedirle ayuda a Rachel porque no tengo ninguna silla, mueble o escalera para llegar al techo, así que levanté a Rachel para que lo hiciera.

Poniendo la tubería de gas de la estufa, aunque no podré saber si lo hice bien hasta que haya gas.

Tenía la cinta de medir en la mano y decidí medir 'discretamente' a Rachel.

"¿Cuanto mido?", preguntó ella.

"1.65 metros", contesté.

"¿Cuánto mides tú?", preguntó ella.

Me medí, pero no veía exactamente cuánto media.

"1.72 metros", dijo Rachel.

Asentí y seguimos trabajando. Es un dato interesante, pero no es la gran cosa, excepto que sí lo es para mí. Perdí alrededor de siete centímetros al rejuvenecer y no sería un problema porque en un par de años volvería a mi altura original, excepto que no voy a crecer.

Prácticamente soy inmortal (juventud eterna para ser precisos), eso significa que perdí mis siete centímetros para siempre, pasé de tener la altura promedio a ser más pequeño. ¡Es muy posible que cuando Rachel termine de crecer sea más alta que yo! Y eso sin tener en cuenta que la altura promedio de este universo sea más alta, Superman y Batman miden más de dos metros y Aqualad ya mide más que yo, puede que sea el más chico cuando todos crezcan.

Y sobre la juventud eterna... pensaré en sus implicaciones en una década o dos cuando sea obvio que tendré que quedarme en la Tierra por la eternidad.

"Pide una pizza", le dije a Rachel pasándole mi celular. Ya es la hora de comer y todavía hay cosas por hacer para ir a un restaurante. Y se lo encargué a ella por un solo motivo: el Internet es una patata. Tenemos celulares inteligentes, pero el Internet parece del año dos mil y en esa época no había páginas de comida a domicilio.

Por cierto, la fecha actual es 16 de julio de 2005. Una buena época para invertir en casi cualquier empresa tecnológica. Solo hay que descubrir cómo funciona en este universo.

"¿De qué la pido?", preguntó Rachel.

"De lo que quieras".

Rachel se me quedó viendo insegura de cuál elegir.

"¿De pepperoni está bien?".

"Claro", dije sin importarme cuál elija. Cualquier pizza sabe bien... aunque hay algunas muy raras.

Rachel empezó a buscar la pizzería mientras yo me concentraba en la inconsistencia que hubo en el combate de Megan.

¿Dónde quedaron las cosas que me lanzó Robin?

Me acerqué a la barra. Mi teoría actual es que están dentro de mí, solo hace falta sacarlos. Relajé mi cuerpo, suavizando la panza y empujando mi mano por mi estómago. Sintiendo como si la metiera a una playa, moví los dedos buscando las cosas, pero me estaban dando náuseas y un poco de asco, con ganas de vomitar. Desvié la mirada de la grotesca escena y solo usaba mi sentido del tacto para sacar las cosas.

Al sacar las cosas, salpiqué un montón de arena al suelo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, lo reformé, volviendo a sentirme sólido, ignorando la locura que acabo de hacer.

Dejé el batarang en la barra, que no tiene la forma de Batman así que se llamará Robin-rang o algo por el estilo y una cuerda con dos pesos en los extremos para enrollar a alguien (no sé cuál es su nombre oficial), pero no tiene nada que diga que es una bati-cuerda así que probablemente no la conserve.

Tengo que pensar dónde dejar el batarang, podría ponerlo junto a la foto de Superman (que todavía no tengo), podría clavarlo en el mueble del techo de la cocina, pero no se vería muy bien, podría clavarlo en la pared directamente, pero parecería decoración de halloween que no recogí. Probablemente ponga una repisa en la pared y ahí lo deje con otras cosas coleccionables que me robe sin querer.

"¿Tienes el número de Batman?", preguntó Rachel sorprendida.

"No", dije volviendo a concentrarme en el presente. "Puedo llamar a Batman y al héroe que esté de turno en la consola, pero no hay ningún número visible de manera que no puedo compartirlo con nadie".

"No los llames si no es una emergencia", afirmé.

"¡Está bien!", dijo Rachel feliz de poder llamar a su héroe favorito, curioso porque el día anterior estaba gritando enojada sobre la manera en que la trataron. Qué rápido cambian las cosas.

Rachel se concentró en lo que estaba haciendo al principio. Llamar a la pizzería.

"Sí, quiero una pizza de pepperoni... No... Sí... No... La dirección es...". Rachel me miró pidiendo la dirección con sus ojos.

"Marshall Heights 5423", dije. Rachel tuvo suerte porque entre media hora y una hora se me hubiera olvidado la dirección y tendría que ir al carro a averiguarla.

"–Marshall Heights 5423", dijo ella.

~~~~~

La pizza llegó diez minutos después y la dejé en la única mesa que tengo, la barra de la cocina.

Rachel saltó sentándose en la barra, dando medio giro y terminando con las piernas cruzadas sobre la barra.

Me quedé quieto un segundo decidiendo si molestarme por la falta de etiqueta. Y seguí avanzando decidiendo que no me importaba.

"¿Qué sigue después de esto?", preguntó Rachel mientras agarraba un trozo de pizza.

"Vamos a otra tienda por almohadas y cobijas, principalmente", contesté. Eso es lo que decide si dormimos en la casa o en un hotel y es temporada de lluvia, así que no tener cobijas no es una opción. No es que se sienta el frío, aunque sí hay nubes en el cielo, pero desde que mi cuerpo cambió me es difícil sentir el calor o frío, siempre en una agradable insensibilidad.

Si hubiera llegado la luz también habríamos ido por comestibles.

Rachel asintió.

Agarré un trozo de pizza dudando en comerla para no tener que sacarlo físicamente dentro de mi cuerpo.

¿Quién diría que extrañaría defecar?, pensé agotado tras esta extraña semana.

Mordí la pizza decidiendo preocuparme después de esto.

La pizza sabía... insípida, lo mejor de la pizza es el tomate o el queso, pero en este momento creo que sabe mejor el pan.

Mordí otro trozo con el estómago lleno de un mal presentimiento.

No mejoró.

O en este universo no saben hacer pizzas o...

Por estas cosas creo que perdí demasiado al conseguir este cuerpo de arena.

"¿Esto es un batarang?", preguntó Rachel agarrando con cuidado el Robin-rang.

"Sí", contesté, mordiendo la pizza molesto.

"¿Cómo lo conseguiste?".

"En el entrenamiento con Robin, las cosas se pusieron intensas y Robin no podía hacerme nada, así que se puso creativo", dije señalando el Batarang y la cuerda con contrapesos.

"Si en algún momento empiezas a usar artilugios, no los dejes esparcidos por cualquier lado. No son baratos ni fáciles de crear y más importante, no debes dejar tu presencia a donde sea que vayas", dije.

Ese batarang tiene que costar mucho dinero para su tamaño, que sea capaz de doblarse o comprimirse en el cinturón mágico manteniendo su dureza. Muy caro para que un preadolescente lo pague. Y los está desperdiciando, vamos a ver si en algún momento me lo pide, no se lo voy a dar, ya lo agregué a mi colección, pero quiero saber si se da cuenta.

Agarré otro trozo de pizza mordiéndolo con rencor por su falta de sabor. Me va a tomar semanas encontrar una nueva comida favorita, comidas que puedo disfrutar y olvidar todo este proceso que ya había tenido.

~~~~~

Quité los espejos retrovisores con el desarmador en un minuto, mucho más rápido que a mano y me subí al auto.

"¿Pongo el GPS?", preguntó Rachel emocionada.

"Claro", contesté divertido. Si le hace feliz poner el GPS, la dejaré hacerlo hasta que se dé cuenta que no soy un tonto ignorante que no puede aprender a usarlo.

Nos dirigimos hacia la tienda.

"¿Me vas a seguir enseñando a conducir?", preguntó Rachel.

"Pregúntamelo otra vez en una semana, cuando no estemos tan ocupados", dije sin rechazar la idea. Lo dudé un momento, pero no hay problema en dejarla conducir una hora uno que otro día cuando las cosas estén más estables.

Rachel asintió.

"¿Crees que podamos practicar mi magia después?", preguntó Rachel.

"No creo, cuando volvamos a la casa será de noche, mejor dejémoslo para mañana cuando haya luz en la casa".

~~~~~

"Elige tus almohadas, sábanas y cobijas, solo asegúrate que sea para camas individuales", le dije a Rachel.

Rachel asintió yéndose a buscar sus cosas mientras yo buscaba las mías.

Agarré una almohada y la esponjé, empujé y sentí para saber si esa era la almohada que quería. Lo más importante de una cama es la almohada (mientras las cobijas no den comezón), es lo que decide si tienes un buen sueño o dolor de cuello por la mañana, pero como no puedo sentir dolor y, presuntamente, no necesito dormir agarré cualquiera que parecía cómoda.

Rachel eligió mayormente color gris y negro. Me parece un color muy deprimente para tener en el cuarto, pero es su decisión.

Seguimos recorriendo la tienda tomando tres sartenes, un paquete de espátulas, una vajilla de cerámica, además cuatro tazas diferentes, toallas para el baño, cuatro plantas pequeñas (dos suculentas de diferente tipo, un helecho y una julieta) solo me falta un tomate, conseguiré las semillas cuando me coma uno y una lengua de suegra. Poco a poco voy reconstruyendo mi casa.

"¿No veníamos solo por almohadas y cobijas?", dijo Rachel frunciendo ligeramente el ceño cuando me vio echar varias cosas al carrito del supermercado.

"Ya estamos aquí, así que hay que aprovechar", dije.

"Entonces, ¿puedo elegir algunas cosas?".

"Claro, la comida es para ti después de todo, solo asegúrate que no necesite refrigeración".

Rachel agarró un Frute Lopes, la marca pirata de Froot Loops, unas G-Oreos, marca pirata de Oreo y unas cosas más que a ella le gustaban.

Yo me enfocaba en las cosas de adultos, aceite para cocinar, latas de atún, pastas para espagueti, harina para hot cakes, arroz, latas de elote, condimentos que suelo usar... un paquete de veinte papas fritas para mí...

~~~~~

"¿Vas a comprar un árbol?", preguntó Rachel confundida cuando ya llevábamos unos minutos observándolos.

"No, no son los árboles correctos".

"¿Por qué vas a comprar un árbol?", dijo aún más confundida.

La miré a los ojos sin saber si quiero compartirlo.

Solté un suspiro antes de hablar.

"Mis padres murieron". Técnicamente falso porque fui yo el que morí, pero eso no quita que jamás los volveré a ver ni a hablar con ellos.

"Mi papá siempre dijo que quería que pusiera un árbol en su tumba, un huizache para ser específico, un árbol de poca agua y mantenimiento, un árbol que puedes ir a regar una vez al mes cuando vayas a visitar su tumba. Le gustaba la idea de servir de algo después de la muerte, aunque sea como fertilizante, ayudando a un árbol a crecer", dije melancólico recordando cómo era mi padre y ya no lo iba a ver nunca más.

"Mi mamá era lo contrario", dije animándome. "Quería estar en el mejor cementerio posible, con una lápida gravada de mármol, que una persona limpiara su lápida todos los días, que la visitara frecuentemente...".

Eran personas muy diferentes, pero los dos se ganaron mi cariño de diferentes formas, mi mamá se ganó mi amor mientras que mi papá se ganó mi respeto.

"Pero como no pienso tener una lápida en mi patio trasero, le va a tocar un duraznero y a mi padre un nogal. Voy a estar cerca constantemente así que no voy a tener un árbol que no quiere morir".

Creo que es apropiado, un durazno que es bonito por fuera y dulce por dentro como mi mamá y una nuez que es difícil de pelar, pero aun así es comestible como mi padre.

"¿Quieres... un árbol para tu madre?", pregunté un poco incómodo mirando a Rachel cuando recordé que su madre también acababa de morir. "No podríamos plantarlo junto a mi papá porque parecería que se casó de nuevo cuando se murió mi madre, pero podríamos ponerlo a unos metros de mi mamá para que parecieran vecinos en el más allá", dije cada vez más rápido porque sentía que estaba hablando de más.

"Yo... tengo que pensarlo", dijo Rachel con un dejo de dolor.

"Sí", dije débilmente. Me di cuenta que Rachel hizo lo mismo que yo, aplazamos la situación para después, excepto que ella no parecía querer volver a recordar lo que pasó.

"Piénsalo, a mis padres les gustaría la compañía", dije pensando que sería bueno que tuviera una tumba (o árbol) donde extrañar a su madre.

~~~~~

Al final no compré los árboles, ni siquiera busqué si estaban los árboles correctos. No estaba seguro si iban a entrar en el auto con todos los comestibles que compramos y las cosas que jamás bajamos del auto. Y tampoco me convence comprar plantas en un supermercado, prefiero hacerlo en un vivero.

"¿A dónde vamos?", preguntó Rachel cuando entramos a una plaza.

"Vamos a conseguirte un celular".

"¿En serio?", dijo emocionada como si fuera su primer celular.

"Sí, necesitas poder comunicarte por si pasa algo", dije. No pensaba conseguirle un celular tan pronto, pero cuando es probable que te vayan a secuestrar es importante poder comunicarse.

Nos bajamos del auto y entramos a la tienda.

Rachel observó fascinada el lugar, con todas las opciones que puede elegir. Yendo a las vitrinas para verlos de cerca.

"¿Cuál me recomiendas?".

"Te recomiendo que no compres de LexCorp. Lex Luthor es un villano de Superman y no quieres que te espíe con tu celular", dije ignorando al empleado de la tienda, para ella solo soy un cliente más a menos que demostremos que tenemos poderes.

"Los celulares de LexCorp son mucho más potentes que los de otras empresas y más baratos, son una buena opción para un primer celular", dijo William (el empleado) defendiendo su producto, pero sin negar que LexCorp puede estar espiándote.

Negué con la cabeza hacia Rachel para que lo ignorara.

"Entonces, ¿es mejor un WayneTech?".

"Bueno, es mejor que te espié Bruce Wayne que Lex Luthor", dije. Realmente no hay buenas opciones, Lex Luthor puede chantajearte o mandar un asesino si se entera de algo, mientras que Bruce Wayne puede estar en tu sala de estar a medianoche para golpearte y llevarte a prisión. Y si eliges de otra empresa es posible que Lex o Bruce sean accionistas mayoritarios en esa empresa y todavía te espíen...

"Voy a elegir un WayneTech", decidió Rachel.

Cuando salimos le dejé en claro que SIEMPRE contesto el teléfono, no importa la situación, pero que si estoy ocupado colgaré rápidamente a menos que sea una emergencia, así que si no es importante ni urgente que me mande un mensaje y le contestaré en cuanto tenga tiempo libre.

~~~~~

Como era de noche fuimos a cenar.

Compramos cereal, pero no leche... así que sí, esperemos que esta sea la última vez que salgamos a cenar en esta semana.

En el camino estuve contestando las preguntas de Rachel sobre Lex Luthor. Impresionante que una niña de trece años sepa quién es Lex Luthor (o impresionante que Lex Luthor pueda hacer que un niño lo conozca).

No, Lex Luthor no tiene superpoderes.

No, no es el tipo de villano que robaría un banco.

No, no es una amenaza para Superman.

Es más como una serpiente, te atacará cuando menos te lo esperas y te apuñalará por la espalda si le beneficia.

Creo que le gustaría tener a Superman bajo un microscopio.

Fueron muchas preguntas, pero creo que finalmente entendió qué tipo de villano es.

Finalmente, después de un día increíblemente largo, llegamos a casa.

Rachel y yo empezamos a bajar todas las cosas del auto. Le dije que se enfocara en bajar su ropa y sus cobijas, mientras yo dejaba los comestibles en la barra.

"Si quieres irte a dormir, yo termino de guardarlo", le dije a Rachel cuando ya estaba todo adentro. Apenas son las nueve, pero sin ninguna luz prendida parece que es la una de la madrugada.

"¿Seguro?".

"Sí, tengo que pensar dónde debe ir todo".

"Está bien", dijo formulándolo como pregunta antes de darse la vuelta y comenzar a irse.

"Hasta mañana, Rachel", dije con una ligera sonrisa antes de que se fuera.

"... Hasta mañana, Victor", Rachel se detuvo antes de decirlo suavemente.

Seguí pensando en cómo acomodar todo, cuando terminé era el momento que estaba esperando todo el día. Entrar al Servidor de Dios y encontrar una forma de defender mi mente.

~~~~~

Aparecí en el lobby del Servidor en vez de donde me salí del Servidor anoche, no es que fuera un problema porque pensaba ir a la zona de pesca, pero son estas pequeñas cosas que me hacen saber que no es el mismo servidor o juego de mi vida pasada.

"Esto se va a convertir en costumbre, ¿verdad?", dijo el Pescador.

"Eso parece", dije con una sonrisa.

"Bien, ¿ya conseguiste una caña de pescar?".

"Aún no, no me he encontrado con una araña todavía".

El Pescador (sería bueno saber su nombre si se convierte en algo usual) cambió su caña de pescar encantada por una normal al instante antes de lanzarla hacia mí.

"Gracias", le dije antes de sentarme a pescar con él.

"¿Qué te trae por aquí?".

Lo miré diciéndole: 'no necesito un motivo para venir a pescar'.

Solté un suspiro yendo directo al grano.

"Me encontré con un telépata", dije como si eso fuera todo lo necesario para que entendiera.

"M̴̘͎͙͑͛̔e̴͎̫̓̐͌͜g̵͙̘̟͛̈́͛a̴̘̘͖͛̽͆n̴̻͚͐͘,̴̞̫̞́͌ ș̴͔͔̾̿̚u̴̙̪̽͋͌͜p̴͕͇̘̔̾̔o̴̝̼͖̿̐͛n̵͎͕̘͋͝g̵̘͍̈́̈́͜͝ó̸͙̘̙͆͊ o̴͔̼͘̚͜͝ D̵̦̠͔̚̚͝ë̸͖͔̺́̀̈́t̴̺͚̿̈́̚͜e̸͖̠͓̓͝c̸̪͔̟͆͘t̸̺̞̟͊̐̚i̴̢͎̻̽̚͝v̴̪͖͔͐̓ë̸̪̫́̿͝ M̴̡̝̪̈́͝à̴̢̙͐r̵̺̻͕̀͠c̸̢͉͔̽̔͆i̸͉͓̿͊͊͜a̸͉̟͎̐͘͝n̸̫͖̽̈́o̴̺̪͕̓̕͘".

Hice una mueca ante la molesta censura.

"Estúpida censura. Deberías quitarla".

Negué con la cabeza, decidido en mantener mi decisión.

"Hay algunas maneras de proteger tu mente como meditación o como en Harry Potter donde dejas que un lector de mentes amigable te invada y te enseñe a cómo expulsar al invasor o lo mejor de todo ¡magia!".

Negué con la cabeza. Meditar hasta llegar a tener control de tu mente está fuera de la posibilidad de los humanos de nuestro universo. Y pedirle ayuda a Megan para aprender a defender mi mente de Megan es redundante.

"La magia puede resolver todo, no importa cuál problema tengas, hay un hechizo para resolverlo, si no es un universo es en otro, ¡LA MAGIA SIEMPRE ES LA RESPUESTA!", dijo apretando los dientes con un amargor en su voz.

"No sé usar magia", dije sin querer tocar ese campo minado que veía.

Soltó un largo suspiro lleno de frustración antes de hablar.

"Nosotros", dijo señalando al Servidor de Dios. "Tenemos una ventaja, esa estadística de mana no es decoración, puedes usar hechizos con ese mana".

"La forma de aprender a usar magia es simple, solo tienes que conseguir una habilidad activa y usarla constantemente mientras sientes la magia en tu cuerpo. Te sugiero la habilidad de Combate, es la más fácil de usar en la vida diaria".

Asentí con la cabeza sabiendo lo que voy hacer después.

"La reunión es mañana en la tarde, ahí puedes buscar el hechizo que necesitas. Solo te advierto que si tratas de convertirte en mago sin tener hechizos de tu mundo te van quitar todo el dinero posible", terminó de decir agotándose.

Los dos seguimos pescando un tiempo más sin platicar nada importante.

Subí de nivel la habilidad de Pesca antes de irme consiguiendo mi primer punto de Suerte. 

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