Cherreads

Chapter 7 - Capitulo 6

las guerras más silenciosas son cuando todo parece normal en la superficie, pero las tensiones y conflictos internos están en su punto álgido bajo la superficie.

Desperté sin recordar cuándo me dormí, pero me sentía bien descansada. Miré el reloj de mesa que estaba junto a la cama: eran las 6 de la mañana, muy temprano para mí, pero aparentemente no para alguien que estaba duchándose en el baño. El lugar era pequeño y se escuchaba casi todo, especialmente la ducha que era un poco ruidosa.

Me levanté, me estiré un poco y luego regresé a la cama al recordar que tenía que buscar un nuevo trabajo, ya que mi idiota exjefe me había despedido por mensaje de texto.

Tomé la bata que había dejado sobre la mesa del escritorio, me la puse y salí de la habitación en busca de un café. Necesitaba prepararme para comenzar la búsqueda de empleo. La casa parecía un nido de hojas de libros por doquier. No entendía su obsesión por tantos libros; tenía muchísimos. Pero ese no era el problema. El verdadero problema era que, aunque el departamento estuviera higienizado en cierto sentido, tenía muchas cosas fuera de lugar. Los libros tirados en el suelo, apilados entre sí, eran una muestra de ello. Mientras no organizara su gran afición por los libros, su departamento seguiría lleno de hojas de estos, sin importar cuánto limpiara.

Hice un poco de café y me senté en la mesa con mi taza entre las manos, dejando escapar un suspiro. Escuché mi celular sonar lo tome inmediatamente al ver el nombre de Darcie en la pantalla

"Debo encontrar trabajo rápido"

comenté.

"Dios vi tu mensaje esta mañana, es un cabrón" dijo mientras escuchaba el sorbido de algo "por que no intentas con Tyson una vez más"

Ya estaba media cansada del tema de intentar una vez más buscar trabajo en Tyson, era la mejor empresa diseñadora de todo el continúente, solicite y simplemente, ni si quiera obtuve respuesta.

"Tyson, recuerda que ni siquiera me dieron respuestas, es una pérdida de tiempo, buscaré en otra parte" respondí desanimada. A la par veía como Axel llegaba a la cocina

Mi expresión cambió al ver que solo llevaba una toalla cubriendo sus genitales.

"Creo que te llamaré después Darcie" colgué sin darle tiempo a esta de preguntar o decir algo más.

—Escucha, sé que ante la iglesia estamos casados y que pronto lo estaremos legalmente, pero esto —señalé hacia él— exhibiéndote así de repente es demasiada confianza y algo que no tenemos, así que por favor se prudente.

—¿Nunca has visto a un hombre desnudo? —preguntó con tono bromista.

—Claro que si—respondí—. Pero no a ti.

—si eres mi esposa, deberías sentirte afortunada. Muchas mujeres mueren por verme así.—admitió, con cierta gracia.

—Puede que a "ellas" les guste esa vista, pero a mí no. Sé un poco más considerado —le dije mientras me levantaba para ir a vestirme. Quería visitar a mi abuela antes de empezar mi búsqueda de empleo.

—¿Hazel, buscaste trabajo en Grupo Tyson? —preguntó Axel de la nada. Me detuve por un momento.

—No te interesa —respondí.—Deberías preocuparte más por hablar con el arrendatario por lo de la manija, llamaré a un cerrajero para que arregle la puerta.

Entre en la habitación que ahora podría considerar como mía, aunque sabía que esta sería solo parte de mi vida temporal.

Quería dormir durante todo el día, levantarme al otro día y pensar las cosas mejor pero ya no podía, me sentía inútil cuando no podía hacer nada, suspiré y decidí que ya era hora de empezar mi día. Me levante, tome la toalla y salí al baño mi día empezaría con la visita de mi abuela.

Luego de salir del baño, ya bañada y cepillada, procedí a vestirme, arreglarme y preparar algo de desayuno. Cuando salí ya Axel se había marchado.

Mi celular vibro mostrando un mensaje nuevo de Darcie, mostraba una foto waffles con jarabe de arce, salchichas, huevos, papas, frutas frescas y café.

"¿Muy canadiense de mi parte?"

No pude evitar sonreír ante ese gesto. Teclee para responderle "si"

"Esta será nuestra rutina desde hoy para no perder las costumbres"

Darcie era la única persona en la que confiaba ciegamente y siento que yo igual para ella pero con esto estoy lastimando su confianza, no quería involucrarla, no sabiendo como era Inara.

Axel Kiernan

"Casado yo"

Caminaba por las calles de mi vecindario pensando en eso, como si no tuviera ya suficientes problemas en la cabeza. Solté un suspiro al doblar en una esquina apartada del mercado, donde me esperaba un hombre en traje y un carro por así decirlo, caro.

Nos miramos mutuamente sin decir nada. Ingresé al vehículo, y el sujeto hizo lo mismo. El carro comenzó su marcha.

—Aquí tienes—le di el sobre con los documentos que tanto quería—. No quiero que me vuelvas a pedir este tipo de cosas, ¿entiendes?

Dije seriamente. El hombre agarró los documentos y les echó un ojo.

—Oh, vamos Ishaan, no seas tan aguafiestas. Aún es muy temprano para tu amargura—respondió devolviendo los diseños a su carpeta.

—Para empezar, te recuerdo que soy tu jefe y, como tal, no puedes llamarme a la medianoche para tus estupideces, Orion—le reclamé lo sucedido de anoche, algo que me molestó demasiado.

—La vida de casado te tiene más gruñón. Si es por tu esposa, puedes decirle que es tu empleado llamando y así estará más tranquila—sabía que se burlaba de mí por tener dos posiciones.

—El sujeto ha sospechado sobre el matrimonio—le di otro giro a la conversación sobre algo que sí me interesaba.

—No, todo está acorde a lo planeado. Los Kiernan movieron una gran suma a los Hansen el mismo día de tu boda—respondió.

—No esperaron nada—la peor familia de la historia. Los aborrecía a todos.

—Y el informe que te pedí sobre la mujer—Orion mostró el portafolio con aparentemente la información que pedí.

—Hazel Hansen, hija menor, 25 años, terminó la carrera de diseño de modas con muy buenas calificaciones y asombrosas reseñas, fue el ojo del huracán hace un tiempo en la campaña a la candidatura de su padre Richard Hansen por algo que tú mismo debes leer.

Agarré el documento que me mostraba, buscando en qué parte decía acerca de ese incidente. Finalmente, lo encontré y comencé a leerlo. Me impactó un poco lo que leí y también me dejó confundido.

Me recosté en el asiento, procesando la información.

El documento detallaba que Hazel había sido secuestrada durante la campaña de su padre, Richard Hansen. Sus padres habían utilizado el incidente para ganar simpatía y votos, presentándose como una familia unida y víctima de la violencia. Sin embargo, Hazel había sufrido daños físicos y emocionales significativos a causa del secuestro.

Sentí una mezcla de asombro y repulsión. No era raro que la política se manchara con tácticas sucias, pero esto era un nuevo nivel de manipulación.

Orion me observaba mientras leía, su expresión seria.

—¿El secuestro fue un montaje para la campaña de su padre?—pregunte en voz alta, todavía procesando la información.

—No se sabe aún—respondió Orion, su voz calma—. El público nunca se enteró de quién había sido el secuestrador, se presunta que se trataba de un criminal que buscaba dinero.

Richard Hansen había sido el alcalde más corrupto que había gobernado la ciudad. Había oído rumores de que algo ocurrió con una de sus hijas y que, debido a ello, logró llegar al poder, comprando voluntades, aliándose con altos mandos y destruyendo a quienes se interponían en su camino.

Su familia tampoco era ejemplar. La madre era una oportunista, y de sus hijas, de una no se sabe casi nada, aparentemente, mientras que de la otra se conoce todo, incluso la cantidad de hombres con los que ha estado en sus 27 años. Por su parte, la madre era conocida por sus numerosos romances y viajes extravagantes con sus amantes. En definitiva, era una familia mediocre.

—¿Quieres que siga investigando más sobre ella?—preguntó Orion.

—Sí, pero discreción absoluta.—respondí, devolviendo el documento al portafolio.

Mientras el coche seguía su recorrido, mi mente no dejaba de planear los próximos movimientos. Debía acercarme a la familia más despreciable de toda la ciudad: los Hansen. Solo esperaba que esa mujer no fuera igual, o incluso peor, que el resto de los miembros de su familia. Si lo era, mi plan corría el riesgo de complicarse más de lo que ya estaba.

—Orión necesito un favor, necesito tener a esa mujer vigilada, escuché que solicito trabajo en Tyson. Y según el informe tiene mucho potencial. Contrátala—Orion me miró confundido—. Mientras más cerca la tenga más podré saber los próximos pasos de esa familia.

Debía ir a la casa Kiernan al llamado de mi padre, un hombre que despreciaba demasiado y por quien solo permanecía cerca debido a la venganza.

—Ishaan —su expresión cambió a seria— Se dice que, por muy inocente que parezca, algunos rumores afirman que es una cazafortunas de lo peor.

—¿Qué insinúas? —sus palabras me molestaron un poco.

—Que podría estar fingiendo no saber que tu familia pagó una suma de dinero a cambio de este matrimonio. . .

Asentí, aunque no estaba completamente convencido. La información del secuestro añadía una capa de complejidad a todo esto, y no podía evitar sentir una mezcla de compasión y desconfianza hacia Hazel. De todos modos, tenía que mantener mis prioridades claras. Venganza primero, todo lo demás después.

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