El cielo ardía.
Un portal se abría entre las nubes, como una herida dimensional, y de él emergía una figura colosal: un caballero acorazado de negro y oro, flotando con alas mecánicas de energía pura. Su rostro era una máscara sin emociones. Su espada, una hoja astral que cortaba incluso la magia del aire.
[Entidad hostil detectada: Valh'Tarax, el Vigilante del Sistema][Nivel: ??? / Estado: Caza Iniciada][Prioridad: Eliminar al usuario renacido antes de la consolidación del harén principal.]
Dominic apenas tuvo tiempo de cubrir a Evelyn, que aún yacía entre las ruinas de la cripta, cuando una lanza de luz impactó el suelo a metros de ellos, haciéndolo volar por los aires.
Seraphyne ya estaba en posición de combate, con los ojos encendidos y la lanza girando a velocidad sobrehumana.
—¡No es un simple enemigo! —gritó— ¡Es un ejecutor del Sistema Original! ¡Está aquí para resetearte!
Dominic se incorporó con esfuerzo, los brazos aún temblando por la descarga emocional que había compartido con Evelyn.
—¿Reseteo...? ¿Quieres decir... que puede hacer que todo esto nunca haya pasado?
—¡Sí! Incluyendo a nosotras. A todas.
El primer choque fue brutal.
Seraphyne se lanzó por el aire, envolviéndose en rayos oscuros, mientras Evelyn, aún débil, canalizaba su fuego interior desde la retaguardia. Dominic invocó su espada carmesí, activando su sinergia mágica.
Pero Valh'Tarax era demasiado rápido. Cada golpe suyo desestabilizaba el entorno. El suelo se partía, la gravedad se torcía, y el mismo sistema parecía tambalearse con su presencia.
[Daño recibido: Crítico][Nivel actual insuficiente para enfrentar a un Arconte del Sistema.][Recomendación: Fusionar habilidades consortes. Buscar ventaja estratégica.]
Una explosión envolvió a Seraphyne, y cayó de rodillas, sangrando. Evelyn gritó su nombre, pero al intentar acercarse, una barrera temporal la rebotó hacia atrás.
Dominic se colocó entre ellas. Su cuerpo se cubría de heridas, pero sus ojos ardían.
—¡No dejaré que toques a ninguna de ellas!
Fue entonces cuando la tercera voz se escuchó entre los árboles.
—¿Ese es el nuevo elegido del Sistema? Esperaba algo más... estable.
Una figura emergió entre la niebla: una mujer de piel pálida, cabello púrpura largo hasta la cintura, y un atuendo desgastado por el exilio. Sus ojos, completamente negros con iris azules, brillaban como lunas.
—¿Quién demonios eres tú? —gruñó Dominic.
—Me llamaban Aria Vaelith, antes de que el Concilio del Saber me desterrara por estudiar la estructura del Sistema. Pero ahora... soy libre. Y por desgracia para ti, mi condena está conectada a la tuya.
[Nueva consorte potencial detectada: Aria Vaelith – Maga exiliada del Vacío Contrario][Afinidad: Manipulación del Código del Sistema / Magia Prohibida Dimensional][Compatibilidad: Alta]
Sin esperar permiso, Aria extendió la mano y absorbió un fragmento del ataque de Valh'Tarax. Lo dobló en el aire con magia antigua, y lo devolvió como una esfera distorsionada.
—No lo vencerás con fuerza. Debes romper su código de ejecución.
Ella tocó la frente de Dominic. El sistema brilló en rojo y violeta.
[Nueva habilidad desbloqueada: Código Carmesí – Sobreescritura temporal de reglas de combate.][Uso limitado. Requiere fusión emocional con Aria.]
Dominic la miró, jadeando.
—¿Eso significa…?
—Sí. Necesitas tocarme, por dentro y por fuera —susurró ella, con una sonrisa torcida—. Solo así accederás a mi núcleo.
Evelyn y Seraphyne no dijeron nada. Lo entendieron sin palabras. El sistema no era solo una guía… era un puente entre almas. Y cada una de ellas estaba aquí por algo más grande que el deseo.
Dominic y Aria se escondieron tras una cúpula de distorsión. Su piel era fría como el vacío, pero su cuerpo ardía como una estrella lejana. El acto fue rápido, intenso, una descarga de caos y sincronía. No era pasión humana, era una fusión mágica entre líneas de código vivas. Cada gemido de Aria generaba fragmentos de realidad alterna flotando a su alrededor.
[¡Vínculo sellado: Aria Vaelith! – “Guardiana de lo No Escrito”][Acceso permitido a Código Carmesí.][Dominic: Nivel 16]
Con un rugido, Dominic emergió del refugio, su espada cubierta de símbolos flotantes que parpadeaban entre realidades. Corrió hacia Valh'Tarax con velocidad imposible.
—¡Código Carmesí: Fragmentación del Eje Central!
El ataque cortó el pecho del vigilante en una línea perfecta. El cuerpo del Archon tembló, y comenzó a disolverse en fragmentos de datos puros, como si el sistema mismo lo rechazara.
[Valh'Tarax eliminado… temporalmente.][Atención: Enemigos del Sistema Original han tomado nota de tu ascenso.][Nuevo título desbloqueado: Fragmentador del Orden.]
Las nubes se disolvieron.
El grupo cayó de rodillas, exhausto.
Seraphyne sangraba. Evelyn temblaba. Aria lo observaba con los labios aún rojos por el ritual.
Y Dominic… sonreía.
—Esto ya no es solo una reencarnación. Es una revolución.