Cherreads

Chapter 5 - CAPÍTULO 5 – El Eco de la Basura

Para el ojo común, la Aldea Oculta de la Hoja parecía infestada de clones de Yong.

Uno barriendo hojas frente a una tienda de armaduras, con una escoba demasiado corta.Otro recortando el césped de un dojo en ruinas, sin descanso, como si la tarea le diera sentido.Uno más trepado en los tejados, quitando hojas muertas de las canaletas con precisión meticulosa.Y otro, en los callejones, corriendo detrás de un gato furioso que había escapado por tercera vez esa semana.

Pero no eran clones.

Eran todos él.

Yong.

Sin técnicas de clonación.Sin compañeros de equipo.Sin atajos.

Solo músculo, sudor y una determinación que, a ojos ajenos, rozaba la locura.

Y en cierta forma... lo era.

Los genin más jóvenes lo observaban con una mezcla de burla y lástima.

—¿Otra vez ese tipo?—No se cansa nunca. ¿Estará mal de la cabeza?—A los veinte y haciendo lo que un niño de doce hace por castigo...

Incluso algunos chuunin —antiguos compañeros de la academia, ahora con misiones reales y reconocimiento— lo miraban con desprecio al pasar.

—¿Yong? ¿Ese aún no ha muerto?—Yo pensé que lo habían dado de baja.—Siempre fue escoria... y mira, sigue igual. Deprimente.

Yong solo los saludaba.

—Buenos días.

Nada más.

Su tono era educado, casi amable. Su expresión, serena. Ni rastro de rencor.Pero en su interior, cada palabra, cada carcajada, cada mirada... se almacenaba.

Como datos en una base secreta.Como rutas de combate aún no activadas.Como heridas que, algún día, serían cicatrices blindadas.

Porque él sabía.

Sabía lo que estaba construyendo.Sabía lo que el sistema le ofrecía.Sabía en qué se estaba convirtiendo.

Y ellos no.

Al atardecer del segundo día, el cielo se incendiaba en tonos ámbar y dorado, derramando su luz sobre los tejados de Konoha como una despedida silenciosa. Las cigarras entonaban su canción nocturna mientras los comerciantes bajaban las cortinas de sus puestos.

Yong caminaba por la calle con pasos medidos, cargando el último informe sellado.

Quince misiones.Todas completadas.Sin errores. Sin descanso.

[MISIÓN COMPLETADA][15/15 MISIONES DE RANGO D CUMPLIDAS]

Pero esta vez, no fue directo a casa.

Se dio un lujo.

Entró al puesto de dangos más barato del distrito comercial. Un lugar pequeño, con bancas de madera y vapor constante saliendo de la cocina.

El dueño, un hombre mayor de rostro redondo y manos curtidas, lo miró sorprendido. No lo conocía, pero reconocía a los que no comían por gusto, sino por obligación.

—¿Qué te sirvo, muchacho?

—Un trío de dangos dulces —respondió Yong, sentándose.

El viejo asintió en silencio y comenzó a prepararlos.

Mientras comía, Yong escuchó risas a sus espaldas. Voces conocidas.

Un grupo de genin y dos chuunin del distrito sur.

—¡Miren quién se cree que puede darse un gusto!—¿Te pagaron por cuidar gatos otra vez, Yong?—Cuidado, el héroe de las canaletas está cenando con nosotros.

Yong los oyó.Pero no se inmutó.

No alzó la voz.No desvió la mirada.

Solo masticó tranquilo.Disfrutó cada bocado.Como si ese dango fuera un premio reservado para guerreros invisibles.

Y justo al morder el último…

Tiiiiin.

La pantalla azul apareció en el borde de su visión, como una llama fría ardiendo entre parpadeos.

[RECOMPENSA DISPONIBLE: REFLEJOS ASISTIDOS – MODELO ALFA / IMPLANTE OCULAR SECUNDARIO][¿DESEA INSTALAR? Y/N]

El corazón de Yong se aceleró. Sentía el dulce en la lengua… y la adrenalina en la sangre.

Cerró los ojos. Inhaló profundo.

—Sí —susurró.

[INSTALANDO...]

Al instante, sintió presión. No en todo el cuerpo como antes, sino focalizada. Un tirón invisible en su ojo derecho, como si algo se abriera dentro. Como si una lente líquida estuviera fundiéndose con su visión desde el interior.No dolía. Pero era imposible ignorarlo.

Entonces… todo se volvió claro.

[INSTALACIÓN COMPLETA][MEJORA: REFLEJOS ASISTIDOS – MODELO ALFA][EFECTO: CÁLCULO AUTOMÁTICO DE RUTAS DE ATAQUE Y DEFENSA EN COMBATE CERCANO.AUMENTO DE TIEMPO DE REACCIÓN EN UN 120%]

Yong abrió los ojos.

El mundo no era el mismo.Los movimientos de la gente, la caída de una hoja, el giro de un insecto en el aire...Todo se desplegaba ante él con lógica anticipada.

Como si el presente viniera con una predicción del segundo siguiente.Como si pudiera leer el flujo del combate... incluso sin estar peleando.

Se llevó la mano al rostro.Nada. Ninguna marca.Solo su ojo derecho... más alerta. Más frío.

Pagó en silencio. Se puso de pie.

Y cuando salió del puesto, nadie notó que una nueva arma acababa de nacer.

A la mañana siguiente, el cielo estaba nublado. Un viento tibio barría las calles, y los primeros rayos del sol apenas rompían el horizonte.

Yong se despertó sin esfuerzo. No hubo agotamiento. No hubo dolor.

Solo una notificación clara y nítida, justo al abrir los ojos.

[¡BUENOS DÍAS, YONG!][NUEVA MISIÓN DISPONIBLE][OBJETIVO: COMPLETAR 20 MISIONES DE RANGO D][RECOMPENSA: SERVOPOTENCIADOR DE FIBRA MUSCULAR – EXTREMIDADES INFERIORES]

Leyó el mensaje con atención.Sus pupilas se contrajeron.

Una mejora física. Una que implicaba fuerza real, velocidad real.Ya no se trataba solo de resistir… ahora podría empujar. Atacar. Saltar. Correr.

Se incorporó. Ajustó la banda ninja en su frente. Su expresión era neutra.

Pero en el fondo de sus ojos, algo ardía.Silencioso. Incontrolable. Letal.

—Veinte misiones… en dos días, como siempre —dijo, sin emoción.

No era un prodigio.No era un heredero.No era un elegido.

Pero era el único ninja que se estaba mejorando por dentro. En silencio. Bajo la piel, dentro de los ojos, en las fibras del cuerpo.

Un shinobi cibernético.El primero y el último.

More Chapters