Hola amigos, un capitulo algo corto pero quería publicar un capitulo hoy espero que les guste a todos intente hacerlo lo mejor que pude
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—¿Por qué ahora? —preguntó Obito, su voz resonando en la fría y silenciosa atmósfera de la celda.
La pregunta quedó en el aire por unos momentos antes de que Kakashi respondiera.
—Un meteorito está a punto de impactar la Tierra —dijo Kakashi mientras comenzaba a retirar los sellos que mantenían a Obito encadenado—. Creo que este es el momento y la razón que he estado buscando para liberarte, Obito.
Tras años con el cuerpo completamente atado, Obito sintió que sus músculos se estiraban y relajaban por primera vez. Respiró hondo, saboreando la libertad que le habían negado durante tanto tiempo.
—Así que por fin hemos llegado a este punto, Naruto... —susurró Obito, suspirando—. El tiempo vuela. Lo bueno es que por fin seré libre. Kakashi... eres un buen amigo.
Kakashi continuó trabajando en los sellos, pero su expresión era seria.
—Un meteorito no debería ser un problema para Naruto ni para Sasuke. ¿Qué les pasó? —preguntó Obito, al notar la preocupación en el rostro de Kakashi.
—No es solo el meteorito, Obito —respondió Kakashi con voz tensa—. La luna se acerca a la Tierra. ¿Entiendes? Y Naruto, Hinata y varios otros ninjas de Konoha llevan días desaparecidos. No he podido contactar con Sasuke. No se trata solo de liberarte... te necesitamos de verdad.
Obito se quedó en silencio por un momento, procesando la gravedad de la situación.
—Está desesperado, ¿verdad? —pensó Obito en voz baja—. Bueno, era de esperar. Todos moriremos en cualquier momento. Naruto debe estar luchando contra Toneri en la luna... Puedo sentir su potente chakra. No tengo ni idea de lo destrozado que estaba Obito.
—Ya sé dónde está Naruto —dijo repentinamente Obito, rompiendo el silencio.
—¿Dónde? ¿Cómo lo sabes? —preguntó Kakashi, sorprendido.
—Naruto está en la luna —respondió Obito, dejando caer esas palabras como una bomba.
Kakashi quedó completamente sorprendido, sus ojos se abrieron detrás de su máscara.
—No, no, no... Obito, tenemos que ir a las afueras de Konoha ahora mismo. El Raikage está a punto de destruir la luna con el Cañón de Riel. Si Naruto está ahí, tenemos que salvarlo. ¡Date prisa! ¿Qué esperas?
Obito se levantó lentamente, estirando sus extremidades entumecidas.
—Deberías darme algo de ropa primero —dijo con una sonrisa irónica—. No pienso andar desnudo por ahí.
Kakashi suspiró pero rápidamente sacó un uniforme jonin estándar de Konoha.
—Toma —dijo, lanzándole la ropa a Obito—. De ahora en adelante, serás un jonin de la Hoja Oculta.
Sin responder, Obito comenzó a vestirse, moviéndose con una calma que contrastaba con la urgencia de la situación.
—Está bien, vámonos —dijo Obito una vez que estuvo completamente vestido.
Colocó una mano sobre el hombro de Kakashi, y en un instante, ambos desaparecieron en un vórtice espacial, usando el Kamui de Obito.
Reaparecieron en las afueras de Konoha, donde se había reunido un grupo de ninjas de diferentes aldeas. Había shinobi de Konoha, Sunagakure, Iwagakure y, por supuesto, los ninjas de Kumogakure, liderados por el Raikage, A.
El Raikage, al ver a Obito, reaccionó de inmediato. Su rostro se llenó de ira y, con un movimiento veloz como un rayo, apareció junto a Obito, atravesándolo con su único brazo.
—¡¿Qué haces, Hokage?! —gritó A, con la voz llena de ira—. ¡¿Por qué está libre este criminal?!
Kakashi se interpuso entre ellos y levantó las manos en un gesto de calma.
—¡Basta, Raikage! Obito ya cumplió su condena y, ahora mismo, es nuestra mejor opción para lidiar con lo que está pasando. Además, el Cañón de Riel no puede dispararse a la luna. Naruto está allí, y no sabemos cuántos otros ninjas de Konoha están con él. ¡No podemos arriesgarnos a matarlos!
El Raikage gruñó pero no retiró su brazo del cuerpo intangible de Obito.
—¡Es demasiado tarde, Hokage! Se nos acabaron el tiempo y las opciones. Hay que destruir la luna o moriremos todos.
Obito se rió, un sonido seco y sarcástico.
—¿No es que quieres debilitar la fuerza de Konoha deshaciéndote de Naruto, Raikage? Bueno, me aseguraré de que eso no suceda.
Antes de que A pudiera reaccionar, Obito apareció junto al Cañón de Riel y, con un gesto rápido, lo absorbió en su dimensión personal.
—¡Maldito seas! —rugió A, atacando nuevamente a Obito, pero su puño solo atravesó el cuerpo intangible de Obito.
—¡Basta, Raikage! —gritó Kakashi, exasperado—. Obito, llévanos directamente a donde está Naruto. Necesitamos saber contra qué está luchando y cómo podemos ayudarlo.
Obito asintió, su expresión seria.
—Está bien. Pero prepárate... esto no será fácil.
Con un movimiento rápido, Obito extendió sus manos y un portal se abrió frente a ellas.
—Vámonos —dijo Obito, mirando a Kakashi y al Raikage—. No tenemos tiempo que perder.