Cherreads

Chapter 2 - Capítulo 1: Entrenamiento (Parte I: Saibaiman)

Había pasado ya un tiempo bastante largo -o eso suponía- desde haber descubierto que estaba en el mundo de Dragon Ball. En especial porque solo despertaba y estaba consciente durante breves momentos en los que revisaban que estuviera bien y sin complicaciones en la incubadora. Aunque había otras ocasiones en donde se despertaba sin más, y para no aburrirse, trataba de planificar que es lo que haría a futuro para sobrevivir, de momento, no podía hacer nada. O al menos eso pensó, hasta que recordó que estaba en Dragon Ball y, ¿Qué es algo de lo más característico de este universo?, exacto, el KI. 

Mientras estuviera despierta, siempre aprovechaba para tratar de sentir su Ki y el de su entorno, expandiendo su conciencia hacia las plantas, animales, y otros individuos a su alrededor; como los científicos. Aunque nada de eso fue nada sencillo, en especial al principio. Si bien sabía que era el Ki y como funcionaba, e incluso podía sentir una especie de energía recorriendo su cuerpo, que nunca en su vida pasada había sentido. 

Aun así no pudo lograr sentir el Ki de los demás en lo absoluto, así que lo siguió intentando, aunque la gran mayoría de veces alertaba a los científicos que la monitoreaban, pues en vez de despertar su sentido del Ki y poder detectar a los demás, simplemente aumentaba su Ki de manera repentina y abrupta que provocaba que los Scouters la detectaran apenas hacia esto, y eso solo provocaba que estuvieran pendientes a cualquier accidente repentino que pudiera ocurrir debido al aumento y disminución de su poder de manera errática, lo que en si era una molestia y, una advertencia de una desventaja que sus futuros oponentes podrían llegar a aprovechar. 

Así que para corregir esto, siguió esforzándose aún más para mejorar su control del Ki, manipulándolo hasta cierto punto en cada momento que podía para así acostumbrarse, tratando de aumentar o disminuir su Ki lo más rápidamente posible sin que los Scouters lograran detectarla. No hace falta decir que falló miserablemente. 

Hasta que un día logró un progreso significativo, hizo que su Ki pudiera disminuir y aumentar cuando quisiera, al menos de manera decente. Y, quizás no era una maestra experta del Ki y un verdadero maestro en este podría detectarla fácilmente, ya que solo podía aumentar o disminuir hasta cierto punto su poder, más no ocultarlo en su totalidad. Pero aunque no podía escapar del todo de la capacidad de detección de los Scouters al aumentar su poder, si podía burlarlo hasta cierto punto, e incluso sentía que podía manejar de mejor manera sus ataques de energía para no agotarse tan rápidamente como lo hizo Goku en un principio, de todos modos, iba por buen camino. Después de todo, no lo lograría controlar o perfeccionar de la noche a la mañana. 

Incluso Goku tardó años en hacerlo, después de todo, si bien logró imitar el Kamehameha del Maestro Roshi con facilidad con solo verlo, no era un experto y su Kamehameha era uno demasiado deficiente al no saber que era el Ki ni como manipularlo de manera correcta, desperdiciando demasiado su Ki y logrando pocos resultados. Y si bien después con Mr. Popo y Kami-sama sabía que era el Ki y como utilizarlo de manera más eficiente porque le enseñaron, no quita que no lo hizo a la primera ni mucho menos, se quedó 3 años perfeccionando su control sobre esta energía y volviéndose más fuerte gracias a un mayor control de esta. 

 No hace falta recalcar que para ella será más difícil, no tiene un maestro que le enseñe y ni los Saiyajins, que si bien tienen un control más que decente de esta energía, solo se centra en aumentar sus capacidades físicas aún más y otras cosas, como el vuelo, la luna artificial o las ráfagas de energía. Más allá de eso no se comparan al increíble manejo del Ki de los humanos o los Yardratianos, quienes perfeccionaron dicha energía de mucha mejor manera. Incluso dentro del Ejército de Freezer y King Cold no había nadie capaz de detectar otros individuos sin el Scouter y, menos otras cosas más complicadas. 

Así que, entrenando el uso del Ki ya hace buen tiempo, poco a poco lograba mejorarlo decentemente, pudiendo sentir vagamente a otros individuos aparte de ella, sentía que dentro poco podría sentir de mejor manera el Ki. 

Pero eso tendría que esperar, pues sentía que estaba a punto de terminar su tiempo en la incubadora, ya podía sentirse lo suficientemente desarrollada para poder salir y pelear en perfectas condiciones. Pero por el momento, volvería a dormir. 

Y tenía razón, ya habían pasado los tres años que tendría que mantenerse en la incubadora, pronto podría salir por fin. 

 

¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø¸, 

 

-Planeta Vegeta. Sala del Trono- 

Se puede apreciar un salón majestuoso y oscuro con un diseño que recuerda a una catedral gótica, Con vitrales altos y coloridos que dejan pasar la luz de manera dramática. Al fondo, se ve un trono, en lo alto de unas escaleras. El trono parece ser el punto focal de toda la sala, transmitiendo poder y autoridad. El cual tiene un diseño oscuro, afilado y minimalista elevado. Su respaldo es alto, con líneas rectas y una ligera forma de "V" invertida, lo que da la impresión de una corona o de una garra estilizada. No es un trono acogedor, sino uno que impone respeto y temor, en el se encontraba sentado él majestuoso Rey Vegeta. 

 

*Inserta imagen de la Sala del Trono* 

 

*Inserta Imagen del Rey Vegeta sentado en su Trono* 

 

(Imaginen que la Imagen del Rey Vegeta sentado en el trono, es el trono de la imagen de arriba) 

 

Frente a él, a unos escalones por debajo, se encontraba otra persona, arrodillada y con el puño en el suelo, en manera de respeto hacia el Rey Vegeta. 

Esta persona posee una apariencia imponente y claramente guerrera. Es extremadamente musculoso y corpulento. Sus brazos, pecho y piernas están bien definidos, destacando su fuerza física y preparación para el combate. Todo en su anatomía grita "poder bruto". Tiene un corte de cabello oscuro, corto y puntiagudo en la parte superior, con cejas gruesas y su bigote fino. Su mandíbula es cuadrada y muy marcada, con pómulos altos. Tiene una barbilla partida y rasgos faciales bastante duros. 

Al igual que otros individuos mostrados anteriormente, viste una armadura de combate Saiyajin, con hombreras grandes y redondeadas, de color verde oliva con bordes blancos. Esta armadura es la característica vestimenta usada por los Saiyajins de alto rango. Y con su clásica cola de mono enrollada como un cinturón alrededor de su cintura. 

Esta persona no es ni más ni menos, que el mismísimo General Nappa, el autor del libro "El Arte de Amarte", quien aún conserva su escaso -pero preciado- cabello. 

 

*Inserta Imagen de Nappa con Pelo* 

 

Nadie más se encontraba en la sala del trono, solamente se encontraban ellos dos en la gigantesca e impotente sala. 

– Seguro te preguntarás porque te convoqué aquí, Nappa. – Afirmó el Rey Vegeta, mientras tenía una mirada impasible y recargando su mano en el mentón, en señal de aburrimiento. 

Nappa solo asintió, confundido e intrigado del porque el llamado hacia su persona. ¿Quizás un planeta importante el cual conquistar? ¿Es por la entrometida Patrulla Galáctica? ¿Quizás se trata de algún plan para rebelarse en contra de King Cold? ¿O algo parecido? no lo sabía y eso alimentaba sus ansías de saber del por qué tanto secreto. 

– Nappa, como bien sabrás, tengo una hija. – Nappa solo escuchó, confundido en que tiene que ver eso con él, pero siguió asintiendo con la cabeza, escuchando. – Ya se han cumplido los 3 años en los cuales un Saiyajin se desarrolla en la incubadora y está por salir de ella, había estado pensando en quien sería más adecuado para entrenarla. Lo haría yo, pero sabes muy bien que me encuentro bastante ocupado últimamente, en especial con la Patrulla Galáctica metiendo sus narices donde no los llaman e interviniendo en las invasiones y ventas planetarias. Así que, de ahora en adelante, decidí que tú asumirás la tarea de enseñar y entrenar a mi hija. – Ordenó el Rey Vegeta. 

Nappa no pudo evitar sorprenderse y exclamar de la sorpresa – ¡¿Q-Qué?! ¿¡Yo?!. – Pregunto él. Incrédulo. No esperaba tener que asumir una tarea tan importante como esta. 

– ¿Hay algún problema?. – Espetó el Rey Vegeta, entrecerrando los ojos ligeramente. – N-no, no es eso señor, simplemente me sorprendí de poder tener tal honor. – Confesó con sinceridad, si bien era el General de los Saiyajins y uno de los más poderosos de la especie. Entrenar y cuidar personalmente a un miembro de la familia real era un todo un honor, uno que aprecia bastante, significa que el Rey Vegeta confía en él por sobre todos los demás. Prometió no decepcionar al Rey Vegeta e incluso a su hija. La volvería toda una guerrera digna de los Saiyajins. 

– Muy bien, llévala a conquistar planetas, entrénala y vuélvela toda una guerrera de la que pueda estar mucho más orgulloso. No me decepciones y me hagas arrepentirme de depositar mi confianza en tí, Nappa. – Declaró. – Muy bien, eso sería todo, puedes retirarte. – Finalizó. Mientras Nappa se levantaba, marchándose eufórico de la sala del trono, no podía esperar para poder entrenar a la princesa. 

 

¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø¸, 

 

Mientras volvía a despertarse, sentiría como el líquido que la rodeaba iba vaciándose. Sabiendo que estaba a punto de salir y explorar por primera vez el mundo. No pudo evitar que la expectativa y el nerviosismo brotaran dentro de ella, pero no importaba, ya se había mentalizado durante bastante tiempo como para acobardarse ahora mismo, así que, mientras salía y ponía un pie fuera de la incubadora, mantuvo una fachada seria y imperturbable. 

Los demás trabajadores solo hicieron una reverencia respetuosa hacia su dirección, mientras ella solo se les quedaba mirando, incómoda, no sabía bien cómo actuar en esta situación. Puede que ahora fuera una princesa, pero no fue educada como tal, no estaba acostumbrada a tanto respeto y, de hecho, es la primera vez que tiene que interactuar verdaderamente con alguien con su nuevo estatus. ¿Debería simplemente decirles que no era necesario hacer esas reverencias? 

Mientras se debatía sobre que hacer, afortunadamente, uno de los científicos del lugar se acercó e intervino, entregándole una muda de ropa y una armadura. – Aquí tiene, Princesa. – Dijo, mientras la colocó a un lado de ella y, dejándole su espacio para que pudiera cambiarse, se retiró, mientras los demás seguían su ejemplo y seguían en lo suyo. 

– Gracias, Malaka. – Le agradeció ella, al identificado como Malaka, quien en realidad es el reptil que ayudó a su madre dar a luz y la estuvo cuidando en la incubadora. ¿Cómo sabía su nombre?, los demás lo mencionaron en muchas de sus platicas entre colegas, y, naturalmente, ella, que estaba consciente durante breves momentos en la incubadora, lo sabía. 

– No se preocupe princesa, no es necesario ser formal y agradecerme o agradecernos de nada, es nuestro trabajo. – Dijo, mientras esbozaba una ligera sonrisa, mientras volvía a ofrecer una corta, pero respetuosa reverencia. Ella sabía que era su trabajo, pero estaba agradecida por el cuidado que se le ofreció desde que nació, además de que era adecuado agradecer, es algo que le enseñaron sus antiguos padres. 

Mientras terminaba de ponerse la ropa, Malaka continuó hablando. – Muy bien, princesa. Ahora si me lo permite, su padre, el Rey Vegeta, ordenó que la llevaran con el general Nappa una vez que estuviera lista y saliera de la incubadora. Por favor sígame. – Dijo, mientras procedía a darle un breve recorrido por el lugar. Viendo de reojo la avanzada instalación científica mientras caminaban hacía algún lugar. 

Una vez que llegaron frente a unas puertas dobles, Courgette le dió las gracias por traerla y sin más, Malaka se retiró. Así que simplemente abrió las puertas y entró. Adentro era una especie de comedor/cafetería, con diversos asientos y mesas distribuidas alrededor, dicho comedor se encontraba prácticamente vacío, a excepción de una sola persona, un gigante musculoso que se encontraba devorando grandes cantidades de comida de manera salvaje, como si no hubiera un mañana y no hubiera comido en días. 

Ella lo reconoció de inmediato. – (Nappa). – Pensó ella. A pesar de estar más familiarizada con la versión calva de Nappa, no quiere decir que no pudiera reconocerlo con pelo, ya que su aspecto no cambia mucho y se veía exactamente como en el anime. 

 

(Inserta imagen de la Cafetería del Planeta Vegeta) 

 

Una vez que se acercó, Nappa la notó y devoró de inmediato lo que quedaba de comida, para después pararse y hacer una ligera reverencia respetuosa, presentándose. – ¡Princesa Courgette! Mucho gusto en conocerla, yo soy el General Nappa. Su padre me encargó entrenarla personalmente, así que, de ahora en adelante me encargaré de su cuidado y, le enseñaré a pelear y conquistar planetas. – 

Courgette, a pesar de haber sido una chica normal hasta hace 3 años, que nunca había matado a nadie. Había estado pensado y reflexionado sobre asesinar y conquistar civilizaciones, sabía muy bien que tendría que hacerlo en algún momento y, a pesar de aborrecer el simple pensamiento de quitar vidas, incluso si no eran humanas. Ya se había mentalizado hace mucho tiempo el tener que hacerlo, no puede simplemente negarse o mostrar tanta compasión, porque eso sería demasiado sospechoso o simplemente la tomarían como débil. 

No podía permitirse ser desterrada como Tarble o posiblemente ser asesinada y que simplemente continuara con otro hijo/a. Sabe que su padre, el Rey Vegeta, es lo suficientemente despiadado incluso con sus propios hijos. Joder, es un jodido conquistador de planetas, tiene más sangre en sus manos de bebés, niños, adultos, ancianos y, es alguien que ha matado más que muchos de los peores asesinos conocidos de su antiguo mundo combinados, compasivo sería la palabra menos adecuada para describirlo 

Y todavía no era lo suficientemente poderosa, experimentada y con conexiones, para poder rebelarse contra su padre, King Cold o incluso Freezer. Por el momento no podía arriesgarse en lo más mínimo, ya cuando sea lo suficientemente poderosa, podría permitirse pensar en otras cosas, como incluso llegar a cambiar a los Saiyajins para mejor. Pero por el momento, eso no es más que un sueño lejano, incluso el simple hecho de siquiera negarse a conquistar era imposible 

Saliendo de sus pensamientos, volvió a concentrarse en Nappa. – ¿Iremos inmediatamente a conquistar?. – Le preguntó, curiosa y ansiosa al respecto de esto. – No, por el momento nos centraremos en tu entrenamiento, en especial sobre eliminar tu debilidad de tu cola o enseñarte a hacer una luna artificial en caso de emergencia, así como educarte de otras cosas que necesitas saber. Así que, por el momento, comenzaremos con eso antes de ir a conquistar. – Le respondió Nappa. 

Courgette suspiró aliviada mentalmente, no sentía que estuviera preparada para saltar inmediatamente a la batalla. 

– Me imagino que tienes hambre, princesa. Así que primero antes de comenzar, hay que comer. – Justo cuando terminó de hablar, el estómago de Courgette rugió, como una bestia salvaje y hambrienta. Lo que la dejó algo avergonzada, pero no lo demostró. No entendía como es que tenía hambre, si recién acaba de salir de la incubadora. Pero bueno, fisiología Saiyajin, supongo. 

 

... 

.. 

 

-Instalación Militar, Sala de Entrenamiento- 

 

Unos minutos después de terminar de comer, Nappa la llevó a una especie de sala de entrenamiento para una prueba de combate. Le comentó que primero tendrá que enfrentarse a unos cuantos Saibaiman para observar como se desenvuelve en combate, y así tener una idea de cómo entrenarla más adecuadamente. 

Así que ahí estaba, entrando a la sala de entrenamiento, las paredes y el piso de dicha sala son lisos y metálicos, está tenuemente iluminado con un tono rojizo intenso, lo que genera una atmósfera opresiva, agresiva y peligrosa. 

 

(Es el mismo lugar donde Vegeta de niño entrenaba también con los Saibaimans) 

 

Mientras esperaba que terminaran de sembrar a los Saibaiman, estaba empezando a emocionarse un poco por la próxima batalla. Decidió no usar ráfagas de Ki y solo usar su fuerza física base y sin potenciar para acostumbrarse a pelear cuerpo a cuerpo. Además de aprovechar esta oportunidad para acostumbrarse a matar, no podía mostrar simpatía ni debilidad y esta era la ocasión perfecta para acostumbrarse. Al menos sus primeras muertes serán se seres salvajes que no vivirán mucho, como los Saibaiman. 

Finalmente, los Saibaiman empezaron a entrar y Courgettte terminó rodeada por un grupo de 10 criaturas alienígenas de aspecto grotesco y agresivo. Estas criaturas tienen piel verde, texturas arrugadas y rostros deformes. Su apariencia es intimidante, con garras alzadas y posturas amenazantes. 

Todos tenían una sonrisa confiada, mientras que la Saiyajin los miraba seriamente, sin confiarse en lo más mínimo, así que estaba preparada en el momento en el que se lanzaron hacia ella desde todas las direcciones. Logrando enfrascarse en un combate con estas criaturas. 

Se enfocó en esquivar cada uno de sus ataques, lo que era bastante difícil al tener a todos atacando al mismo tiempo y con nula experiencia de combate. Sin embargo, dejando una apertura en su defensa, uno de los Saibaiman aprovechó para abalanzarse sobre ella y lanzarle un zarpazo hacia la cabeza, con la intención de rebanársela. 

Pero esto era una finta de parte de Courgette, quien, agachándose a tiempo, tomó del brazo al Saibaiman, lo giró sobre su cuerpo y lo lanzó en contra de los otros Saibaiman, haciendo que dejaran de atacarla al obligarlos a alejarse para no ser impactos por el cuerpo arrojado. Esto era más que suficiente para Courgette, quien, aprovechando que estaban distraídos, retrajo su brazo hacia atrás y lo lanzó en dirección del Saibaiman más cercano, propinándole un poderoso golpe con la fuerza suficiente para matarlo, y lo hizo. Su cráneo se hundió, los globos oculares salieron y explotaron, esparciendo su sangre y materia cerebral por el suelo, parecía una sandía siendo aplastada por una prensa hidráulica. 

Los Saibaiman restantes, reaccionando al instante, la atacaron de nuevo. Courgette bloqueó rápidamente un puñetazo con su antebrazo por parte de una de las criaturas y otro ataque con su pierna y cola por parte de los otros. Girando rápidamente sobre sí misma, pateó hacia las piernas de los Saibaiman que tenía alrededor, logrando desestabilizarlos lo suficiente para alzar los brazos, mientras los juntaba y le aplicaba un ataque de martillo a un Saibaiman, asesinando a otro. 

Un Saibaiman se lanzó hacia ella desde atrás, pero Courgette estaba atenta y reaccionó a tiempo y, esquivó, mientras le lanzaba una patada hacia la cabeza del Saibaiman, pero este logró bloquearlo muy apenas, pues su brazo estaba entumecido y temblando por la fuerza aplicada detrás de la patada. 

Alejándose un poco, ambos volvieron a acercarse un instante después y se enzarzaron en una pelea cuerpo a cuerpo, intercambiando rápidamente puñetazos, patadas y, zarpazos por parte del Saibaiman. Mientras Courgette empezaba a mejorar a un ritmo notable, acostumbrándose poco a poco a combatir. Notando un desliz en la defensa del Saibaiman, aprovechó y le propinó un golpe hacia el estómago, atravesándolo completamente, esparciendo los intestinos y órganos internos por el suelo y, con el brazo libre, lo sujetó de la cabeza, mientras lo lanzaba hacia otro Saibaiman que se abalanzó contra ella, sacando su brazo del torso en el proceso y al otro frenándolo en seco. 

Queriendo evitar que se acerque a él, el Saibaiman abrió su cabeza y le lanzó un chorro de ácido que tomó algo desprevenida a la Saiyajin, pero logró esquivarlo por poco, observó como dicho chorro aterrizó en otro de los Saibaimans, quemándolo completamente, ni siquiera pudo gritar de dolor porque fue eliminado casi instantáneamente sin poder asimilar lo que pasaba. 

Un escalofrío de horror le atravesó la columna vertebral a Courgette, sabía que muy probablemente podría sobrevivir sin problemas al ácido, pero no quería experimentar si eso le dolería, de ninguna manera quería probar que tanto dolor eso le traería, no era masoquista, gracias. 

Viendo que estaba algo distraída, los 6 Saibaimans restantes volvieron a atacar todos juntos, pero esta vez la Saiyajin estaba más preparada y ya había estado acostumbrándose a su propio cuerpo y fuerza, así como a combatir. Intercambiando golpes, bloqueando y esquivando otros, separándose momentáneamente y volviendo a atacarla, fue mucho más sencillo que al inicio. 

Mientras los Saibaimans la atacaban, fingió tropezarse un poco, Logrando burlar a dos Saibaiman que pensaron que estaba momentáneamente indefensa, abalanzándose con fervor hacia ella al mismo tiempo para atacarla, una vez que estuvieron lo suficientemente cerca, hizo gala de su velocidad, dejando una imagen residual en su lugar e hizo que se atacaran entre sí, golpeándose ambos con puñetazos en sus cabezas con todas sus fuerzas. 

Eso los dejó aturdidos, lo que le dió la oportunidad perfecta para rematarlos, con una patada horizontal que conectó en el torso de uno de los Saibaiman y que continuó sin detenerse con el otro, destrozando completamente sus torsos y partiéndolos a la mitad, Para asegurarse de no tomarla desprevenida, aplastó sus cabezas, dejándolos sin posibilidad de contraatacar si es que hubieran estado vivos todavía. 

Los 4 Saibaimans restantes empezaron a acumular Ki en sus cuerpos, para condensarla en sus manos que luego lanzaron en un ataque masivo de energía hacia ella, con el objetivo de asesinarla a como de lugar. Courgette logró sentir levemente como el Ki de los Saibaimans a la distancia aumentaba, lo que la entusiasmó por lograr sentir hasta cierto punto su Ki. Pero, sabiendo que no era momento para celebrar, colocó sus manos frente a ella para bloquear el ataque de energía entrante. 

Con un estruendo, el ataque de energía se envuelve contra ella e ilumina la -previamente- bastante oscura habitación, la sala contuvo la explosión resultante para que no se expandiera y dañara los alrededores. Dejando nada más que una enorme cortina de humo que bloqueó la vista de lo que estaba pasando en su interior. 

Cuando el humo se despejó lo suficiente, se logró apreciar a la Saiyajin, todavía cruzada de brazos, con humo blanco emergiendo de sus brazos, señal de que acaba de recibir un poderoso ataque de energía, pero más allá de eso, estaba totalmente ilesa, sin ningún rasguño más que el polvo y suciedad resultantes del ataque. 

Courgette levantó la mirada y la posó sobre los Saibaimans restantes, estaban temblando, aterrorizados porque no podían hacerle nada de daño con ningún ataque y, viendo que pensaban tratar de huir, solo esbozó una sonrisa confiada y llena de arrogancia, mirándolos con desdén. 

– Heh, pensé que serían más peligrosos ¡Pero no son más que una basura, montón de inútiles sin valor! ¡Solo sirven para levantar polvo!. – Dijo, burlándose y provocándolos. Esto tuvo el efecto deseado, los Saibaimans, observando su mirada y oyendo sus palabras llenas de desdén, reprimieron su miedo, se llenaron de ira y atacaron nuevamente. 

Viendo que su provocación funcionó, ella sonrió, satisfecha con esto. Y, respondiendo, se abalanzó contra ellos. Mientras recibía dos golpes, que bloqueó y, atrapando sus brazos, los alzó a ambos, chocándolos entre sí y aplastando sus cráneos una y otra vez, hasta finalmente dejarlos irreconocibles y muertos. Tirándolos a un lado como si fueran basura e incrustándolos en el suelo. 

Mirando a los dos últimos Saibaiman que estaban a punto de atacarla por detrás, usó nuevamente su velocidad para posicionarse atrás de uno, y procedió a apachurrar su cabeza con los puños cerrados, atravesándola completamente de manera fácil. 

Al otro simplemente lo tomó con ambas manos en su cabeza antes de que pudiera reaccionar y le dió un cabezazo, uno que lo dejó aturdido, para luego proceder a hacerlo varias veces más hasta dejarlo como nada más que una masa de carne verde irreconocible. 

Al terminar y, saliendo de la sala de entrenamiento, observó a Nappa, mirándola con una sonrisa y mirada satisfecha. Lo había hecho bastante bien, en especial considerando que solo tiene como 3-4 años y sin ningún tipo de experiencia en combate. 

Si bien contaba con 5000 unidades de poder, no podía aprovechar completamente toda su fuerza. Así que, combatiendo contra 10 Saibaimans que tienen cada uno entre 1.000 y 1.200 unidades de poder y ella reprimiéndose a ejercer solo 2.000 unidades para acostumbrarse a pelear, la pondrían un poco en aprietos y quizás hasta hacerle daño si se descuidaba un poco, pero logró adaptarse y reprimir completamente a los Saibaimans. 

– Muy bien, lo hizo excelente, princesa. – Elogió Nappa, quien le asentía de manera satisfecha y orgullosa. Ella no pudo evitar esbozar una sonrisa orgullosa, pero no se dejaría llevar por la confianza que este combate y elogios le dió, sabía que podría ser perjudicial si se le subía a la cabeza. Pero un elogio es un elogio, así que lo tomaría. 

– Vamos a continuar así, los siguientes combates serán igualmente con los Saibaiman como calentamiento, hasta que logre acostumbrarse a su cuerpo completamente y, después de eso, empezará a combatir contra mi. Donde le enseñaré a eliminar la debilidad de la cola y hacer una luna artificial. Finalmente, iremos a conquistar su primer planeta una vez hagamos esto último. – Avisó, Courgette solo asintió, entendiendo el próximo régimen de entrenamiento que seguirá y hará en los próximos días. 

Pero primero, tendrá que tomarse una ducha, – Pensó –, observando su cuerpo. Estaba empapada de la sangre y vísceras de los Saibaimans, incluso tenía una de sus garras en su hombro. Quitando la extremidad y desechándola lejos, procedió a irse junto a Nappa a comer, si bien no estaba cansada, esa pelea la dejó algo hambrienta. 

Mientras iba camino a la cafetería, reflexionaba sobre como asesinó con facilidad a los Saibaimans. Pensó que sentiría algo; culpa, arrepentimiento, quizás hasta felicidad y regodeo por haber asesinado a dichas criaturas, pero no, no sintió nada. 

¿Era por su nueva naturaleza como Saiyajin? ¿La hacía más despiadada e indiferente sobre las vidas de alguna manera? no lo sabía con certeza, pues ella no había ni asesinado a un pollo antes de esta pelea, mucho menos un ser más consciente como un Saibaiman. Y el solo hecho de pensar matar le hacía aborrecer dicho pensamiento, o al menos eso creía, pero lo hizo con tanta facilidad y una naturalidad que la aterrorizaba por dentro. 

Quizás su nueva naturaleza la estaba afectando más de lo que ella creía. 

 

¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø¸, 

 

Y así, pasaron varios días desde los anteriores acontecimientos, después de lo cual su rutina fue: Dormir y descansar en sus aposentos, despertar e ir comer, llegar con Nappa a la sala de entrenamiento, enfrentarse a una horda cada vez mayor de Saibaimans, e incluso ir a un bosque con Nappa para cazar animales, descansar y comer, luego regresar a su habitación, y repetir todo eso durante los siguientes días. 

Generalmente se la pasaba en la sala de entrenamiento, progresando a un ritmo bastante notable, incluso mejoró su manejo del Ki. Empezó a implementar las ráfagas de energía en sus combates y con mucha más eficiencia, pudiendo manipular su Ki para hacer ataques que no fueran tan grandes ni agotadores, pero maximizando su letalidad. Pudiendo mejorar el lanzar ráfagas de energía con la menor cantidad de Ki posible concentrado, pero con mayor poder destructivo detrás. 

También gracias a estar en un estado de alerta constante en cada batalla que tenía, su sentido del Ki se hizo más preciso y agudo, pudiendo sentir muchísimo mejor el Ki de los demás. Al menos ya podía detectar con facilidad los enemigos a su alrededor si se concentraba, así como su aumento o disminución de poder. Ya no podrían tomarla por sorpresa tan fácilmente. 

Y también logró mejorar más el uso de su fuerza, haciendo uso de nada más que la fuerza necesaria para lidiar con sus oponentes, y no usar más fuerza de la necesaria, para no terminar agotándose con facilidad. Y, si bien no ha aumentado mucho su nivel de poder, podría tomarse como tal, ya que su control mejoró bastante, lo que significa una mayor potencia a la hora de pelear y con un menor desgaste. Por ejemplo; Si peleara con un sujeto con 5.000 de poder, a pesar de tener las mismas unidades de poder, podría lidiar con mucha más facilidad con ese oponente y terminar derrotándolo más fácilmente. 

Ahora mismo Courgette se encontraba peleando con una horda de 20 Saibaimans. Si bien son un elemento extremadamente raro y valioso ya que cosechar sus semillas es muy difícil, los Saiyajins contaban con muchísimos de estos, en especial gracias a tener los recursos otorgados por el ejército de King Cold y poder producirlos en masa. Además, ella era la princesa, incluso por mucho valor que tuvieran estos Saibaiman, si ella quería entrenar con 100, con gusto los deberían mandar hacer. 

Courgette lleva un traje oscuro sin armadura, solamente con guantes y botas blancas, su cola Saiyajin está visible, enrollada a su cintura. Tiene una expresión seria, completamente calmada y sin miedo. Manteniendo su postura firme e inmutable. 

En cualquier otro contexto, ver a un niño rodeado por esas bestias activaría una alarma de peligro inmediato. Pero aquí, lo que domina no es la amenaza... sino el desprecio absoluto de Courgette por el peligro. 

Ella no retrocede. 

Ella no parpadea. 

Ella espera, serena… como si estos monstruos no fueran más que un simple calentamiento para ella, y lo son. Al momento de que estas criaturas se lanzan contra ella desde todas las direcciones, procede a estirar rápidamente los brazos a sus costados, y, con una Onda Explosiva de Ki, procede aniquilar a todos los Saibaiman a su alrededor con una sola explosión de poder. 

Ella los eliminó con suma facilidad, sin sudar, sin agotarse, sin desperdiciar ni una pizca de energía más allá de la necesaria. 

Suspiró, satisfecha con el resultado, había estado peleando con los Saibaiman por bastante tiempo, obteniendo suficiente experiencia de combate, así como mejorando su propio manejo de su poder de manera más eficiente. Al punto de eliminar incluso con más facilidad a los Saibaiman. 

Claro, antes podía hacerlo también, pero a pesar de ser superior a su poder, no sabía controlar su fuerza y terminaría agotándose más de lo necesario para acabar con ellos. Ahora, un simple movimiento, un gesto, era capaz de pulverizarlos sin esfuerzo. 

Suponía que ya era lo suficientemente competente para tener una pelea contra otros Saiyajins, o incluso manejar una pequeña pelea contra Nappa. Así que ya estaba preparada para empezar a entrenar con él. 

Otra cosa de la que Nappa le habló durante los días que han estado juntos, a parte de llevarla a recorrer otros lugares del planeta para familiarizarse con el. Fue sobre que una tendrá que empezar sus estudios, al principio iba a ser su madre, Hanasia, la que le enseñaría personalmente. Así que, durante los siguientes días, aparte de seguir entrenando, estudiaría con su madre. 

Pero al igual que con su padre, se encontraba bastante ocupada y no podría enseñarle completamente al estar falta de tiempo, por lo que la tarea se delegó a una sirvienta del palacio, pero luego una Saiyajin de afuera se postuló para dicha tarea. 

Por mera curiosidad, mientras comían, le preguntó a Nappa quién era a quien iban a seleccionar para enseñarle. imagina la magnitud de su sorpresa que casi se ahoga y se atraganta con su comida cuando estaba comiendo -casi termina yendo a otro mundo a reencarnase de nuevo, en un doble isekai-. Ya que respondió con un nombre conocido para ella. 

Gine. La esposa de Bardock y futura madre de Raditz y, sobre todo, Goku. 

Ella se había postulado para enseñar, ya que, de hecho, ella y su madre se conocen y son amigas. Y, en una ocasión le habló sobre estar buscando quien le enseñaría. Al parecer, ella se interesó en ayudarle en ese aspecto, después de todo, Gine no era tonta ni nada por el estilo, simplemente no le gustaba pelear ni conquistar planetas, más el plus de ser de clase baja, ella pensó que no era la ocupación adecuada para ella, en especial porque Bardock se la pasaba salvándola constantemente. Además de que lo que le enseñaría sería bastante sencillo, no conocimientos ultra mega avanzados de ciencia y matemáticas o algo así. 

Así que, mientras estaba libre después de su trabajo de distribución de carne, así como Bardock se encontraba afuera conquistando planetas, ella podría ayudar a su amiga a educar a su hija y enseñarle. Incluso podría tomar experiencia por si tiene un hijo. 

En cuanto a su madre, una vez que tuviera tiempo, ella le enseñaría personalmente los conocimientos que otros Saiyajins no tienen acceso; sobre cosas de cómo manejar el imperio Saiyajin y ese tipo de cosas. 

Y si bien no era de ninguna manera una fanática de estudiar, como dicen, el conocimiento es poder, y ella no sabe casi nada de este mundo. No sabe que otras cosas cambiaron en el mundo aparte de su propio nacimiento. ¿Seguirán existiendo ciertas cosas? Y, si es así ¿Qué tanto cambiaron?. Probablemente hay algunas cosas que sigan igual, pero no puede confiarse, probablemente sea una línea alternativa alejada del canon, con elementos desconocidos o que no tomen el mismo rumbo que ella conoce. 

En fin, si bien no le gustaba estudiar, solo podía apretar los dientes y continuar, necesitaba todo el conocimiento que pudiera obtener, para tener una mejor idea sobre el panorama del universo. Además, tener a Gine como tutora podría servirle bastante, en especial para conectarla hacia Bardock y entablar una especie de conexión con ellos. Incluso esto le ayudaría bastante para ganarse la confianza de los clase baja. 

Bardock era idolatrado y tenía bastante influencia por la gran mayoría de la población de Saiyajins de clase baja, por ser símbolo y testimonio de alguien que, incluso siendo de clase baja, logró convertirse en un miembro de élite en las fuerzas del ejército Saiyajin, siendo incluso igual de poderoso que el propio Rey Vegeta. Pero, dejando de lado el que lo respeten por todos sus logros, los clase baja -en su mayoría- detestan a la familia real o a las élites clasistas de la especie, en especial al Rey Vegeta. Entablar una amistad con Bardock podría ayudarla a futuro, no solo en peleas, si no también en calmar a los clase baja y hasta mejorar la calidad de vida de estos mismos. 

Y, si bien los Saiyajins casi no se enfocan mucho -por no decir nada en lo absoluto- en la calidad de vida. Y generalmente se conformaban con tener un techo donde dormir y comida, así como salir a pelear. Todavía había una gran diferencia entre el trato de las diferentes clases sociales, solo hay que ver y comparar las viviendas y materiales del día a día que se usan por parte de los clase baja, con los clase media y los élite, como la Familia Real. 

Ella esperaba poder mejorar esto a futuro, mejorando la calidad de vida de los Saiyajins de clase baja y, en general, de toda la especie. -Algo que lograría hacer hasta mucho tiempo después-. 

Por el momento, solo se enfocaría en volverse más competente en el control su propia fuerza, después empezaría a entrenar para aumentar su poder. 

 

... 

.. 

 

– ¿Cómo ha ido su progreso?. – Preguntó de manera estoica la madre de Courgette, Hanasia, la Reina de los Saiyajins, hacía Nappa. Hace rato que ella había llegado al campo de entrenamiento, y se quedó observando como Courgette eliminó a los Saibaiman con suma facilidad, estaban detrás del vidrio que daba al campo de entrenamiento, así que ella no los podía ver. 

Ella, de hecho, había estado observando y viniendo cada que podía en sus ratos libres, y si bien no podía entablar una conversación con su hija por falta de tiempo, se conformaba con verla por ratos en sus entrenamientos. 

– Bastante bueno, su majestad. Ella aprende bastante rápido y ya se acostumbró a usar su poder sin mucho desgaste y sin problemas. Así como obtener bastante experiencia de pelea, a este ritmo de crecimiento, podría llegar a superarme a mi o a su padre, en poco tiempo. – Afirmó. Bastante seguro de sus palabras, y con una sonrisa de confianza plasmada en su rostro. – Diría que está lista para entrenar conmigo y después podrá ir a conquistar planetas sin dificultad. – Finalizó, mientras seguía mirando a Courgette. 

Hanasia no contestó, solo se quedó parada, en silencio, mientras igualmente seguía mirando a su hiia, tal como lo hace Nappa. Pero a pesar de no decir nada, si miras con atención sus ojos, puedes ver una pizca de respeto y orgullo en ellos. 

Después de todo, superar el propio nivel de poder del Rey Vegeta no era una hazaña pequeña, el hecho de que este bastante cerca de hacerlo, con tan solo 4 años y, encima, con un poco de entrenamiento de calentamiento para aclimatarse a su poder, de solo unos días contra los Saibaiman. Ya decía bastante de su potencial. Cuando estuviera en peleas de vida o muerte, su poder aumentará bestialmente. 

– Bien, que siga así. Asegúrate de seguir cuidándola bien, Nappa. – Dijo ella, finalmente rompiendo el silencio. Con Nappa asintiendo y prometiéndole con confianza que lo haría. Para ella darse la vuelta y, poco después, irse del lugar, satisfecha con el progreso de su hija. Y sin que nadie la viera, una leve sonrisa se marcó en sus labios. 

Courgette estuvo totalmente inconsciente de este encuentro. Si bien ahora podía sentir el Ki, debe ser de manera consciente, además de que las veces que su madre venía a verla, estaba totalmente enfocada en entrenar. 

Poco después de que terminó su combate con los Saibaiman, Nappa se acercó a ella, contento y satisfecho. – Bien, estás lo suficientemente lista para continuar entrenando, pero esta vez conmigo, princesa. Así que, a partir de mañana, continuaremos, esta vez entre tú y yo. – Avisó. Courgette asintió, entendiendo de que finalmente podría enfrentarse a un guerrero de verdad, no solamente a los Saibaiman. Quizás sea por ser ahora una Saiyajin, o quizás ya era así, pero estaba bastante emocionada y ansiosa por poder luchar contra Nappa, tanto que sus ojos brillaron como estrellitas. Aunque aún trataba de mantener su fachada seria, lo que la hacía ver bastante tierna a los ojos de Nappa, quien, reprimiendo sus ganas de acariciar su pelo, la llevó a la cafetería a comer y descansar. 

– (¡Realmente no puedo esperar a que sea mañana, y poder luchar con todo lo que tengo contra Nappa!). – Pensó Courgette, bastante emocionada y expectante, mientras se dirigían camino hacia la cafetería. 

... 

.. 

 

Hola a todos, de nuevo. 

Muy bien, siendo sinceros, ¿Qué tal estuvo el capítulo? ¿Estuvieron bien narradas las dos peleas? ¿Qué opinan del rumbo que está tomando la historia? ¿Es rápida? ¿Lenta? ¿Aburrida? ¿Entretenida? Cualquier comentario de crítica ayudaría bastante para tratar de mejorar más (incluso si me mandan a chingar a mi madre XD), sobre todo en el aspecto de las batallas. Ya que, de hecho, me esforcé bastante en la narración de las peleas, en especial en la primera, así que me gustaría que me dijeran en que podría mejorarla aún más.  

En cuanto a cómo está yendo la historia, por el momento es algo lenta. Próximamente, quizás por el capítulo 5 al 10, -quizás- las cosas se empezarán a acelerarse y desviarse aún más del curso original de la historia. 

Por último, me gustaría aclarar que esta vez si trataré de subir capítulo lo más rápido posible de al menos 6000 o 7000 palabras constantes, ni más, ni menos, Justo como este capítulo y el prólogo, sin bajar la calidad, claro está. Aprovechando que tengo bastantes ideas para implementar y la inspiración por el momento. Eso es todo lo que tenía que decir por ahora, sin más, nos vemos en otro capítulo que empezaré a escribir mañana, chau. 

More Chapters