Cherreads

Chapter 3 - capitulo 2—el dormido

El aire vibraba a su alrededor, cargado con una energía que parecía distorsionar el mundo.

Kael estaba de pie en medio del claro, con los ojos cerrados y el rostro tenso por el esfuerzo. Sus brazos extendidos temblaban ligeramente, como si el universo resistiera lo que estaba a punto de hacer.

—Vamos… abre —susurró entre dientes.

Un zumbido grave llenó el espacio. El suelo bajo sus pies se agrietó, y el aire frente a él se dobló sobre sí mismo, como si la realidad se rompiera en capas de cristal. Una hendidura negra apareció flotando en el aire: un portal. Circular. Inestable. demasiado inestable

—Ahí estás... —dijo con voz baja, cargada de satisfacción.

"Realmente lo logré", pensó con asombro. "Antes solo podía abrir un pequeño portal de máximo veinte centímetros... y ahora este frente a mí mide casi metro y medio."

Pero el logro duró poco. El portal colapsó de golpe con un chasquido brutal, provocando una violenta explosión de aire que lo lanzó hacia atrás. Kael cayó al suelo, pero en medio del impacto, una corriente de energía se filtró hacia su cuerpo. Y el la absorbió.

Boca arriba, extendió la mano derecha hacia el cielo. Con solo un pensamiento, una onda de aire fue lanzada y estalló a veinte metros por encima de su cabeza.

—Realmente soy fuerte… jajajaja… —rió en su mente, satisfecho.

Pero entonces, esa molesta voz interior volvió a sonar, con un tono que destilaba desdén.

—¿¿¿Fuerte??? Eres patético.

Kael frunció el ceño.

—¿Tú qué eres? —preguntó mentalmente, mirando al cielo como si esperara respuesta desde allí.

La risa que escuchó fue áspera, burlona.

—Jajaja… niño patético, yo soy algo que todavía no deberías conocer. Mejor concéntrate y deja de hacer el ridículo.

Kael guardó silencio. No era la primera vez que esa voz se manifestaba, pero esta vez parecía más clara, más... presente.

"¿Me estoy volviendo loco?", pensó. "Ayer fui asesinado según yo, lo cual debería provocarme algo. Dolor. Miedo. Rabia. Pero no siento nada. Solo vacío."

Miró sus manos.

"Y ahora... despierto siete años en el futuro, en un mundo que me caza solo por existir... con un telépata molestándome en la cabeza... y habilidades que se han multiplicado."

Suspiró, sin saber si reír o llorar.

—Sea lo que sea… ya no soy el mismo Kael vesper.

—Pensándolo bien, te voy a decir algo —dijo la voz extraña.

—¿No eras tú el que no quería hablar? —respondió Kael, dudando.

—Bueno… cambié de opinión —replicó la voz, burlona—. Pero si no quieres hablar, no vas a saber cómo te conseguí esa bata que llevas puesta... ni qué le pasó a las personas de ese pueblito.

Los ojos de Kael se abrieron de par en par. Su voz tembló.

—¿Tú... Que hiciste?

—Jajajajaja… niño estúpido, ¿qué importa? Ni siquiera te has dado cuenta del peligro que se está acercando...

En una base desconocida...

—Señor, hemos localizado al mutante gracias a un teléfono que sustrajo en el pueblo —informó un técnico frente a una consola repleta de pantallas.

En el centro de la sala, un hombre alto, de uniforme militar, cruzó los brazos.

—¿Confirmaron la identidad?

—Sí, señor. Lo identificamos por las ubicaciones previas del dispositivo. Usó datos móviles para ver noticias después de eliminar al escuadrón, desapareció.Pero reapareció 57 kilómetros más al norte, cerca de una cabaña abandonada.

El oficial frunció el ceño.

—Qué mutante tan estúpido. ¿Ya pidieron los centinelas?

—Sí, pero nos preguntan qué generación deseamos desplegar.

—Diles que queremos dos Apex-Mutant livianos... y uno pesado.

—¿Por qué no un Mark II o Mark III?

—¿Tú has visto en acción a un Apex-Mutant?

—Nunca, señor. Fueron creados justo después de la derrota de Magneto en 2014, pero nunca hubo necesidad de desplegarlos. Ningún mutante ha causado una masacre así desde entonces...

—Pues este sí. Ha cometido el mayor ataque mutante en dos años. Es hora de desempolvar esos juguetes.

—¿Y si los dañan?

—Pregunta estúpida. Todas las naciones aportan dinero para la producción de los centinelas. Si se rompen, ellos mismos los pagarán… aunque les cueste un ojo de la cara.

El oficial pensó en los Apex-Mutant. No eran los más resistentes ni los más poderosos, pero su programación era la más precisa. Cazadores natos. La culminación de décadas de odio y desarrollo anti-mutante. Cada uno era un depredador diseñado para matar.

—Señor, una llamada del gobierno.

—¿Qué quieren?

—Van a transmitir en vivo la primera misión de los Apex-Mutant.

—Que hagan lo que quieran. Que lo vea todo el mundo si ellos quieren.

—¿Cuánto falta para que lleguen al objetivo?

—Siete minutos aproximadamente.

—¿Y el objetivo?

—Se mueve a 47 km/h.

—Jajaja... qué idiota. Cree que puede escapar.

De vuelta con Kael...

En cuanto escuchó a la voz interior advertirle del peligro inminente, Kael corrió. No sabía exactamente qué lo perseguía, pero algo le gritaba que debía moverse.

Entonces, algo cayó del cielo frente a él.

El estruendo fue tan brutal que el suelo tembló. Kael se giró instintivamente para huir en dirección contraria, pero otras dos figuras metálicas descendieron tras él, bloqueando su escape.

Alzó la vista. Para confirmar que nada gigante vaya a caer encima de el, pero vio, Drones. Decenas de ellos, flotando sobre el, grabándolo desde todos los ángulos.

Estaban transmitiendo.

No era solo una cacería. Era un espectáculo.

Cómo los que pudo ver por noticias, seguramente en este momento Miles de personas lo estén viendo.

Y entonces, una voz fría y sintética retumbó a su espalda:

—Objetivo: nombre desconocido. Alias: El Despertado.

Causa: mutante no identificado responsable de la muerte presunta de 195 civiles y 6 soldados.

Destino: eliminación inmediata.

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