Cherreads

Chapter 124 - Capítulo 15: Cicatrices y Promesas

El contraste era grotesco. Apenas unas horas antes, la cámara subterránea apestaba a muerte y desesperación. Ahora, el ascensor privado de la suite de lujo se deslizaba suavemente, con paredes de caoba pulida y una iluminación tenue que intentaba ocultar, sin éxito, la miseria que portaban sus ocupantes.

Volkhov se apoyaba pesadamente en la pared, su rostro aún pálido a pesar del ritmo lento pero constante con el que la herida en su muslo parecía cerrarse. La sangre seca formaba costras oscuras alrededor del vendaje improvisado, pero ya no manaba con la misma insistencia. Aiko, aunque caminaba con una ligera cojera, se movía con mucha más agilidad que en las profundidades de los túneles. La herida en su abdomen parecía haber dejado de sangrar por completo, aunque una mueca de dolor ocasional recordaba su reciente cercanía a la muerte. Arkadi, aunque aún callado y con la mirada distante, flotaba a unos centímetros del suelo con una estabilidad que no había mostrado en horas. La sangre que había empapado su túnica se había reducido a manchas oscuras, y su respiración era mucho más regular.

Amber Lee observaba a sus compañeros con una mezcla de incredulidad y cautela. La esfera de cristal descansaba ahora en el bolsillo interior de su chaqueta, su tenue calor reconfortante y a la vez inquietante. La transformación que estaban experimentando era palpable, casi antinatural.

Al llegar al penthouse, la puerta se abrió con un suave silbido. El lujo extremo del lugar —los muebles de diseño, las obras de arte abstractas, las vistas panorámicas de la ciudad iluminada— parecía burlarse de su estado físico y emocional.

—Vayan a ducharse —dijo Amber con voz cansada—. Apestan a muerte.

Volkhov gruñó, pero asintió. Aiko ya se dirigía hacia uno de los baños. Arkadi simplemente flotó hacia el salón, observando el paisaje nocturno con su único ojo.

Unos minutos después, ya limpios y con ropa proporcionada por la suite (que les quedaba ridículamente grande o pequeña), se reunieron en el amplio salón. Las heridas de Aiko y Volkhov eran visiblemente menos graves, los cortes superficiales casi cerrados, y la herida en el muslo de Volkhov mostraba signos claros de regeneración. La palidez en el rostro de Arkadi había disminuido, aunque su silencio persistía.

Aiko se acercó a Amber Lee, quien observaba la ciudad desde el ventanal con los brazos cruzados. —Como ves, lo que te dije es verdad. La piedra… nos cura. Nos hace más resistentes.

Amber se giró, sus ojos fijos en la joven asesina. —¿Una piedra en el corazón? ¿Es eso lo que dijiste? Suena… increíble.

—Es la verdad —intervino Volkhov, moviendo su pierna con más libertad que antes—. Sin esa mierda, estaría desangrándome en algún túnel.

Arkadi asintió en silencio, su mirada aún distante.

Aiko dio un paso adelante. —Amber, necesitamos hablar contigo. Hay algo que podemos hacer… algo que te ayudaría.

Amber la miró con suspicacia. —¿Ayudarme? ¿Cómo?

—Podemos hacer que tengas la misma… ventaja que nosotros —explicó Aiko—. Podemos operarte. Implantarte una piedra negra.

Amber parpadeó, sorprendida. —¿Operarme? ¿Implantarme qué? ¿Estás hablando en serio?

—Muy en serio —respondió Aiko con firmeza—. Es la única forma de que puedas sobrevivir a lo que viene. Lo viste en la visión de Arkadi. Esto solo va a empeorar. Con la piedra, te curarás más rápido, serás más fuerte… podrás aguantar más.

—¿Y qué implica esa operación? —preguntó Amber, su tono ahora cargado de cautela.

—Es… delicada —admitió Aiko—. Necesitamos abrir tu pecho. Colocar la piedra cerca de tu corazón. No es algo que podamos hacer aquí, improvisando. Necesitamos un lugar seguro, con el equipo adecuado.

—¿Y confían en que haga esto? ¿Confían en mí lo suficiente como para abrirme el pecho? —preguntó Amber, su mirada recorriendo los rostros de sus compañeros.

—No se trata de confianza, Amber —dijo Volkhov con su pragmatismo habitual—. Se trata de supervivencia. Si quieres seguir con nosotros en esta mierda, vas a necesitar toda la ayuda que puedas conseguir. Y esto… funciona.

—Además —añadió Aiko—, también podemos implantarte un traductor. Un pequeño dispositivo en tu oído. Así podrás entender todos los idiomas. Ya lo tenemos nosotros.

Amber se llevó una mano a la oreja, frunciendo el ceño. Nunca se había percatado de ningún dispositivo.

—Es pequeño e indetectable —aseguró Aiko—. Te facilitará mucho las cosas.

Amber permaneció en silencio durante un largo rato, procesando la información. La idea de someterse a una operación invasiva, de tener un objeto extraño implantado cerca de su corazón, era aterradora. Pero la visión de Arkadi, la brutalidad de los guardianes de piedra, la amenaza latente en las palabras de Ryuusei… todo apuntaba a que su vida había cambiado irrevocablemente.

—¿Y cuál es el riesgo? —preguntó finalmente, su voz apenas un susurro.

—Siempre hay riesgos en una operación —respondió Aiko con honestidad—. Pero hemos pasado por esto antes. Sabemos cómo hacerlo. Y te protegeremos.

—¿Y qué pasa con la piedra? ¿De dónde viene? ¿Qué es exactamente? —insistió Amber, su mente analítica buscando respuestas.

—No lo sabemos todo —admitió Aiko—. Solo sabemos que funciona. Que nos mantiene vivos. Ryuusei nos la dio. Él sabrá más detalles.

La mención de Ryuusei hizo que Amber apretara los labios. Su desconfianza hacia el hombre enmascarado seguía intacta. Pero la perspectiva de tener la fuerza y la resistencia de sus compañeros era tentadora.

—Necesito pensarlo —dijo finalmente Amber—. Es… mucho que asimilar.

—Lo entendemos —respondió Aiko—. Pero no tenemos mucho tiempo. Ryuusei querrá reunirse con nosotros pronto. Y lo que sea que esté por venir… no esperará.

Amber asintió lentamente, su mirada perdida en el horizonte iluminado de Hong Kong. La decisión que tenía ante sí era crucial. Unirse por completo a este grupo significaba aceptar un cambio radical en su vida, unirse a un mundo de secretos, peligros y poderes inexplicables. Pero quedarse al margen significaba enfrentarse sola a una amenaza que parecía mucho más grande que ella misma. La alianza de ceniza forjada en las profundidades de la tierra ahora se enfrentaba a una nueva encrucijada, una decisión que podría sellar su destino para siempre.

More Chapters