El sonido seco de los disparos resonaba en la sala de entrenamiento.
Aleph respiró hondo y apretó el gatillo.
¡BANG!
La bala impactó en la diana, aunque no en el centro.
Arlan, observando desde un costado con los brazos cruzados, asintió levemente.
"Mejoraste."
Aleph suspiró y bajó Ebony & Ivory.
"Sí, pero todavía no soy bueno en esto."
Arlan se encogió de hombros.
"Bueno, al menos ahora podrías dispararle a alguien si realmente lo intentaras."
Aleph lo miró con el ceño fruncido.
"Gran motivación."
[Maestro, considerando su rendimiento anterior, un 13 de 32 intentos sigue siendo… aceptable. Aunque sigue fallando como un Stormtrooper con mala puntería.]
Aleph entrecerró los ojos.
"Burroughs."
[¿Sí?]
"Deja de hablar."
Arlan contuvo una sonrisa, aunque la diversión en sus ojos era evidente.
"En cualquier caso, has mejorado mucho en un solo día. Si sigues practicando, tal vez algún día logres no fallar la mitad de tus tiros."
Aleph guardó las pistolas con un resoplido.
"No sé si voy a vivir lo suficiente para eso."
Arlan sonrió levemente y le dio una palmada en el hombro.
"Si alguna vez necesitas más entrenamiento, ya sabes dónde encontrarme."
Aleph asintió y se estiró, sintiendo la tensión en sus hombros después del entrenamiento.
"Bien, supongo que es hora de ver qué hacen los demás."
Sin perder más tiempo, salió de la sala de entrenamiento.
Hoy sería otro día interesante.
...
Después de dejar la sala de entrenamiento, Aleph se dirigió al área común de la estación espacial.
No tardó mucho en encontrar a Dan Heng y 7 de Marzo, quienes estaban sentados en una de las mesas cerca de una de las enormes ventanas que mostraban la inmensidad del espacio.
7 de Marzo lo saludó con entusiasmo, agitando la mano.
"¡Mira quién llegó! ¿Cómo te fue en el entrenamiento?"
Aleph se dejó caer en una silla con un suspiro.
"Mejor que ayer, pero aún apesto."
Dan Heng asintió con calma, no parecía sorprendido en absoluto...
¿Por que 7 de Marzo con un gruñido parecía estar transfiriendole créditos?
"Es un progreso."
7 de Marzo sonrió.
"Entonces, si seguimos con esta tasa de mejora, en unas semanas serás un tirador decente."
Aleph puso los ojos en blanco.
"Síp, en unas semanas." Honestamente creía que le tomaría más.
¿Tal vez sea parte de sus genes? Ítalo americano ya sabes.
Justo cuando pensaba que la conversación seguiría, un sonido en el pasillo captó su atención.
Pasos apresurados.
Voces elevadas.
Y luego…
"¡El día de la revolución perruna se acerca!"
Aleph parpadeó.
Desde el pasillo lateral, Stelle apareció corriendo a toda velocidad con Peppy en brazos.
El cachorro ladraba con entusiasmo mientras Stelle, con su rostro inexpresivo de siempre, corría con una energía comparable a cuando había estado persiguiendo aquella vez que robó a Jonathan.
Detrás de ella, Asta y Arlan la perseguían con evidente frustración.
"¡Stelle, devuélveme a Peppy!" gritó Asta mientras corría con una correa y un frisbee en sus manos.
"¡Stelle, maldita sea, suéltalo ahora!" exigió Arlan.
Aleph observó la escena, luego miró a Dan Heng.
Dan Heng simplemente bebió su té con total calma.
Aleph miró a 7 de Marzo.
Ella estaba cubriéndose la boca para reprimir la risa.
¿Era esto una escena común? Podía ver que las demás personas solo lo miraron unos momentos antes de regresar a lo que hacían sin darle mucha importancia.
Aleph exhaló, cerrando los ojos por un momento antes de volver a abrirlos.
"… ¿Por qué siento que si pregunto qué está pasando, me arrepentiré?"
¿Y por qué Stelle no me llevo con ella para divertirse?
7 de Marzo se encogió de hombros.
"Solo acéptalo. Peppy fue "liberado"."
"Stelle es así, una vez dijo algo sobre declarar la independencia de los pantalones."
Aleph apoyó el mentón en su mano, observando cómo Stelle desaparecía por otro pasillo con Peppy en brazos, seguida de sus dos perseguidores.
Asta gritó algo sobre poner a Stelle en una lista de vigilancia.
Arlan prometió venganza, y que tendría prohibido comer postres durante el resto de su estancia.
Y Peppy… simplemente parecía disfrutar el viaje.
Aleph suspiró profundamente.
"Este lugar es un manicomio."
[Y por eso le encanta ¿Verdad, Maestro?]
"Mentiría si te dijera que no."
**************
Después del espectáculo protagonizado por Stelle y Peppy, la estación espacial recuperó su relativa "tranquilidad".
Aleph, Dan Heng y 7 de Marzo continuaron conversando hasta que eventualmente decidieron separarse.
Mientras Aleph caminaba por los pasillos, decidió aprovechar el momento para hablar con Burroughs sobre algunas ideas que había estado considerando.
"Burroughs, dime algo."
[¿Sí, Maestro?]
"En el Universo Simulado ¿Que combinaciones de habilidades que aún no he probado crees que podría intentar esta vez?"
[Mmm su repertorio sigue siendo algo limitado. La sinergia entre hielo y electricidad ya le ha dado buenos resultados, pero creo que aún hay mucho que puede mejorar.]
Aleph asintió mientras se cruzaba de brazos.
"Bufula y Zio funcionan bien juntos, pero siento que podría haber más opciones. ¿Alguna sugerencia? Tal vez incluso podría equiparme el Demonica y probar sus mejoras."
Burroughs proyectó una interfaz frente a él, mostrando una lista de posibilidades.
[Algunas opciones a considerar:]
[Bufula + Ilusionista: Usar ilusiones para desorientarlos podría ser una táctica efectiva en combate mientras congela sus extremidades para reducir sus movimientos.]
[Zio + Enjambre del Señor de las Moscas: Podría electrificar a las moscas demoníacas para que actúen como proyectiles auto-guiados.]
[Ebony & Ivory + Energía del Stellaron: Disparos potenciados con energía pura podrían aumentar significativamente su capacidad destructiva. Tal vez ya no produzcan efectos de estado pero a cambio tendrá un poder destructivo mayor a las balas normales y las elementales.]
[As Estellar + Ilusionista: Crear ilusiones mientras usa su ataque más fuerte podría confundir al enemigo y hacerlo más efectivo.]
Aleph tocó su barbilla, evaluando las opciones.
"El combo de hielo e ilusiones podría ser útil en peleas largas. Y electrificar las moscas… bueno, suena asqueroso, pero podría funcionar."
[Exacto. Debe seguir probando combinaciones en el Universo Simulado para encontrar la mejor sinergia para su estilo de combate.]
Aleph dejó escapar un resoplido.
"Sí, sí. De todos modos, Stelle y yo íbamos a volver más tarde. Ya veremos qué tal sale."
Guardó las manos en los bolsillos y continuó caminando.
***********
El regreso de Aleph y Stelle a la oficina de Herta fue igual de directo que la primera vez.
Herta, con un aire de aburrimiento, los dejó entrar en el Universo Simulado sin demasiados rodeos.
"Ya saben cómo funciona. No mueran, etcétera."
Aleph rodó los ojos.
"Qué motivador. Jefa, usted es increíble."
En cuanto la simulación se activó, ambos se encontraron de nuevo en el frío y desolado paisaje del Belobog digitalizado.
Stelle revisó su equipo mientras Aleph observaba a su alrededor.
"¿Vamos a lo mismo que ayer?" preguntó Aleph, acomodando su bate recién creado en el hombro.
"No exactamente." Stelle se acercó a un dispositivo flotante y activó una interfaz. "Hoy probaremos algo diferente."
Aleph entrecerró los ojos mientras veía la interfaz.
"¿Qué es esto?"
"Los PNJs del Universo Simulado."
Aleph levantó una ceja.
Stelle, sin cambiar de expresión, explicó.
"Herta digitalizó información sobre personas que conocemos para hacer versiones virtuales de ellos y que puedan ser nuestros aliados aquí. Básicamente, los bots compañeros."
Aleph observó cómo dos figuras comenzaron a materializarse frente a ellos.
Uno era un joven de cabello oscuro y mirada calmada, sosteniendo una lanza.
El otro era una chica de cabello rosa con una gran sonrisa, sosteniendo una cámara.
Aleph parpadeó.
"… Dan Heng y 7 de Marzo."
Las versiones digitales de sus amigos se activaron, sus ojos brillando por un momento antes de estabilizarse.
Dan Heng Virtual asintió con seriedad.
"Listos para la exploración."
7 de Marzo Virtual sonrió.
"¡Déjamelo a mí!"
Aleph los miró con una mezcla de curiosidad e incomodidad.
"… No sé si esto es genial o inquietante." Comentó mientras picaba el rostro del Dan Heng digital con su bate.
Pronto el Dan Heng golpeo su cabeza con una mano.
"... Si, es como Dan Heng." Comentó Aleph mientras se sobaba la cabeza.
Stelle giró su bate.
"Solo úsalos como aliados y deja de pensar demasiado."
Aleph sonrió.
"Bien, bien. Vamos."
Con su equipo completo, comenzaron a avanzar por la simulación.
En el transcurso de su exploración, se encontraron con más enemigos, pero ahora con una mejor coordinación gracias a los PNJs digitales, los combates eran más rápidos que antes.
Sin embargo, después de un rato, Aleph sintió algo extraño.
Era la misma sensación de la última vez.
Ese incómodo presentimiento de que alguien—o algo—estaba ahí.
Su cuerpo se tensó instintivamente.
Burroughs captó su reacción de inmediato.
[Maestro, ¿ocurre algo?]
Aleph miró a su alrededor.
No había nadie más que su grupo.
Pero la sensación no desaparecía.
"No, no es nada… solo es mi imaginación, ¿verdad?" murmuró para sí mismo mientras ignoraba la mirada interrogante de Stelle.
***********
Aleph se detuvo en medio del camino.
Su grupo avanzaba un poco más adelante, sin notar su pausa inmediata.
La sensación de ser observado no se desvanecía.
De hecho, se intensificaba.
[Maestro, su ritmo cardíaco está aumentando.]
Burroughs sonaba más alerta de lo normal.
Aleph frunció el ceño, girando la cabeza lentamente en distintas direcciones.
No había nada.
Nada en su entorno inmediato.
Pero lo sentía.
Algo estaba allí.
Apretó el agarre de su bate, una pequeña chispa eléctrica lo recorrió.
"Stelle."
Su compañera se giró con calma, notando su cambio de postura.
"¿Qué pasa?"
Aleph dudó por un momento.
Si decía que sentía algo extraño, pero sin pruebas…
Si, eso sería bastante vergonzoso.
Lo pensó mejor.
"Voy a explorar un poco por mi cuenta."
Stelle lo miró con expresión ligeramente curiosa.
"¿Estás seguro?"
"Sí." Aleph sonrió. "Si hay problemas, te aviso. ¿Qué podría salir mal?"
Stelle simplemente asintió, realmente no había problema en ello, después de todo no había peligro en real en el universo simulado e incluso si se separaban eventualmente se encontrarían en la Sala del jefe.
"Está bien. Pero si encuentras algo raro, dilo."
"Lo haré."
Y con eso, Aleph se alejó del grupo.
....
El silencio en la simulación se hizo más denso conforme avanzaba solo.
Los callejones virtuales de Belobog se sentían más oscuros.
El frío en el aire era mucho más pesado que antes.
Algo definitivamente estaba mal.
¿Tal vez encontró un jefe secreto u algo similar?
¿Deberia buscar a Stelle para enfrentarlo juntos?
Aleph respiró hondo mientras dejaba de lado esos pensamientos, a lo mejor no era algo tan importante.
"Burroughs, ¿estás detectando algo?"
¿Tal vez se había topado con un glitch o algo de naturaleza similar? Nunca podía descartar esa opción.
[… No hay señales anómalas en la simulación.]
"Eso no ayuda."
El eco de sus propios pasos resonaba con demasiada claridad.
El tiempo pareció estirarse.
Las texturas de la zona parecían borrarse dejando un espacio de negro puro que parecía no tener final.
Cada segundo pesaba más de lo normal mientras seguía adelante.
Y luego…
Una risa.
No humana.
No mecánica.
Aleph se detuvo en seco.
La risa sonaba en todas las direcciones, de frente, de arriba, de atrás, de abajo.
Envolvente, como si viniera de todas las direcciones posibles.
Ligera, burlona, fluctuante.
Un cúmulo de risas de niños y niñas, hombres, mujeres y ancianos.
Todas resonando como si fueran una sola.
Como si algo encontrara toda la situación increíblemente divertida.
Aleph apretó los dientes antes de exprimir unas cuantas palabras.
¿Acaso era este uno de los "eventos" de los que Herta y Stelle habían estado hablando?
"¿Quién está ahí?"
[Maestro, creo que debería huir de inmediato. ¡Por favor, hágalo mientras aún tiene oportunidad!]
No hubo respuesta inmediata a su pregunta.
Solo más risas.
Luego, una voz se escuchó en medio de la oscuridad.
[...Ya es tarde... demasiado... tarde.... Ya esta aquí... por favor, Maestro... Persista.]
La voz de Burroughs se distorsiono hasta que ya no pudo oírse más, Aleph vió como la luz de su guantelete se apagaba mientras un poco de humo escapaba de él.
Parecía como si se hubiera sobrecargado.
"Vaya, vaya pero si es un pequeño perdido... ¿Huh? Pero que tenemos aquí."
Aleph sintió un escalofrío recorrer su espalda.
La voz no era algo que pudiera describir fácilmente.
No sonaba humana, pero tampoco inhumana.
Era algo que desafiaba toda lógica.
Lo único que podía sentir era como si con solo escucharla su mente se sobrecargará con pensamientos bizarros y caóticos.
"¿Por qué tienes todas esas marcas en tu ser?"
La sombra de una figura se proyectó en el espacio frente a él.
Enorme, podría decirse que de un tamaño similar a la de aquella figura que vió cuando luchó contra Cocolia, pero con una sensación completamente distinta.
Distorsionada, una silueta sombría cubierta casi por completo por máscaras, confeti, pelotas y muchos otros artículos normales en fiestas.
Los ojos de Aleph se afilaron mientras apretaba los dientes y desviaba la mirada.
Sentía que mientras mantuviera su vista en esa cosa su mente seguiría ramificando sus pensamientos hasta llevarlos en direcciones cada vez más caóticas.
Apenas y logró exprimir unas pocas palabras.
"… ¿Quién eres?"
Un murmullo de diversión flotó en el aire.
"Ah… qué pregunta más aburrida."
La sombra se movió ligeramente, como si flotara.
Las expresiones en las máscaras se deformaron en sonrisas enormes.
"No es muy amable hacer preguntas sin antes presentarte, que descortés~. Pero no importa puedo perdonarte siempre que contestes un par de preguntas para mi."
Aleph sintió su pulso acelerarse.
El peso de la presencia frente a él…
No era normal.
No se sentía como si fuera parte de la simulación.
No era algo que debía estar aquí.
Entonces, su voz se volvió más alegré.
"Pero, ya que preguntas… puedes llamarme Aha."
Aleph sintió que su respiración se cortaba por un instante.
Aha.
El Aeon de la Exultación.
Aquél de quien Zero le había advertido que se cuidará.
Antes de que pudiera reaccionar, la sombra se alargó.
Las máscaras y artículos de fiesta se le acercaron.
Aleph sintió su cuerpo paralizarse. Sus manos temblaban levemente sobre su bate.
Su mente le gritaba que corriera, pero sus piernas no respondían. Y entonces...
Y entonces la voz de Aha se acercó a su oído, susurrando con una risa retorcida.
"Mmm~ Aleph ¿Verdad? Ya fui tan amable de presentarme, entonces ¿Podrias contestarme por que aunque sigas la vía de IX, puedo sentir en ti las marcas de Nanook, Tayzzyronth, y de mi mismo? ¿Por que te sientes como un Emanador a pesar de no tener una fuerza correspondiente? ¡Que divertido, hace tiempo que no veía un acertijo tan emocionante! ¿No te parece increíble?"
Aleph sintió que su visión comenzaba a distorsionarse, una vez más sus pensamientos comenzaron a dirigirse a direcciones peligrosas... Tanto para si mismo como para los demás.
"¡Oh, oh, qué emoción! Un acertijo andante, un rompecabezas viviente. ¡Oh! ¿Puedo sacudirte un poco y ver si se te caen más respuestas? No, no, mejor aún… ¿Y si te abro y las busco dentro?~"
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Omake: Mei, la Imbatible - Parte 2
Acto 1: La Emperatriz Retorna a la Batalla
En la vasta historia de la humanidad, ha habido emperadores, conquistadores y estrategas legendarios…
Pero ninguno tan determinado como Mei Raiden cuando se trata de conquistar a Kiana y Aleph.
Después de su fracaso absoluto, Mei se aisló en su laboratorio (habitación), reflexionando sobre sus errores pasados.
"No puedo seguir perdiendo contra el cruel destino."
"No puedo rendirme aquí."
"Tengo que ser más astuta…"
Y así, después de semanas de planificación, Mei finalmente emergió con una nueva estrategia.
Una estrategia que aseguraría su victoria.
Esta vez, no cometería errores.
…o al menos, eso pensaba.
*******
Fase 1: "Operación Seducción"
Mei decidió que, en lugar de forzar una cita con Kiana y Aleph, debía hacer que ellos quisieran estar con ella.
¿Cómo?
Apareciendo espontáneamente en su día a día, de manera tan encantadora e irresistible que simplemente no pudieran resistirse.
Objetivo:
Hacer que Kiana y Aleph la busquen a ella en lugar de que ella los persiga.
Escenario ideal:
"Oye, Aleph, últimamente Mei se ve aún más increíble de lo normal. ¿No crees?"
"Sí… es como si algo en ella nos atrajera misteriosamente. Mi corazón no para de latir cuando está cerca."
"Tal vez… tal vez estamos comenzando a enamorarnos de ella."
"Quizás lo estamos ¿Deberiamos invitarla a salir? Tal vez ir planeando una boda secreta para los tres."
Mei mirándo desde las sombras con una sonrisa de satisfacción.
"Todo según el plan."
"Solo queda hacerlo realidad..." Murmuro mientras sus brillaban con determinación.
...
El plan de Mei comenzó con situaciones calculadas para que Kiana y Aleph la notaran de forma "casual".
Mei se aseguró de preparar los platillos favoritos de ambos.
Kiana y Aleph se sentaron a comer juntos.
"¡Wow, Mei, esta comida es increíble!"
"Sí, esto sabe a lo que hace una mamá."
Mei sonrió con satisfacción. Si, las bases han sido sentadas con éxito.
Conquista de sus estómagos completada.
....
Mei esperaba que la lluvia los dejara atrapados juntos bajo un mismo techo.
Su idea era bastante simplemente.
"El ambiente frío hará que busquen calor en mí."
Pero la realidad nunca es como la fantasía, las cosas no ocurren como uno lo desea.
Kiana se puso a saltar en los charcos como una niña.
Aleph sacó su teléfono y se puso a jugar un RPG en lo que pasaba la lluvia.
Mei temblaba de frío, esperando que al menos Aleph le prestara su chaqueta.
En su lugar, Aleph se la dio a Kiana.
"Gracias, Aleph, eres el mejor."
Mei apretó los dientes mientras murmuraba.
"Esto… no va… según lo planeado…"
¿Por que estos dos hermanos idiotas parecían tener más química entre ellos que con ella?
.....
Mei pensó que una "caída estratégica" funcionaría para que Aleph o Kiana la atraparan en un momento romántico perfecto.
Mei se tropezó…
Aleph se hizo a un lado instintivamente.
Mei cayó de cara al suelo.
Kiana la ayudó a levantarse.
"¡Wow, Mei, esa caída fue increíble! ¿Lo hiciste a propósito?"
Mei colapsó en el suelo, mirando al cielo con desesperación.
"¿Por qué todo me sale mal?"
Pero entonces…
Descubrió algo.
Algo aterrador.
Mientras estaba en el suelo, vio a Aleph hablando con Himeko.
Vio cómo él se sonrojó levemente ante su presencia.
.....
Más tarde en el mismo día.
Vio lo mismo cuando hablaba con Fu Hua.
En ese momento…
Mei entendió la verdad.
Aleph, ese maldito idiota tenía fetiches ocultos.
Y ella no cumplía con ninguno.
Su cuerpo se quedó completamente rígido mientras la realización la golpeaba como un boxeador profesional a su contrincante.
"…Este idiota… ¡¿Prefiere a las pelirrojas y a las mujeres mayores?!"
Luego, un aura oscura surgió alrededor de Mei.
Un aura de pura frustración y celos.
¿Que seguía, Kiana siendo una brocon o lolicon?
Su siguiente fase de planes estaba a punto de comenzar.
Pero ahora, ya no estaba jugando.
...
Acto 2: La Venganza de la Emperatriz del Trueno
Mei ya no estaba jugando.
Si la sutileza y la seducción no funcionaban…
Si su ternura y encanto natural eran inútiles…
Si Aleph era un maldito imbécil con un gusto bastante específico…
¡Entonces ella arruinaría sus chances con cualquier otra mujer!
...
Fase 2: "Si yo no puedo tenerlo, nadie puede"
Mei ahora tenía dos objetivos:
1. Evitar que Aleph se acerque demasiado a Fu Hua o Himeko.
2. Hacer que Kiana y Aleph se den cuenta de su atractivo.
Así que comenzó su plan… con tácticas menos sutiles.
...
Aleph había quedado en encontrarse con Fu Hua en la biblioteca para estudiar.
Nada sospechoso.
Un momento tranquilo entre dos amigos.
Pero Mei no lo iba a permitir.
Así que hizo lo que cualquier persona razonable haría.
Saboteó la cita.
Justo cuando Aleph estaba por sentarse junto a Fu Hua, Mei apareció de la nada y tomó el asiento antes que él.
Aleph la miró con confusión.
"¿Mei? ¿Qué haces aquí?"
Mei sonrió inocentemente.
"Oh, nada. Solo pensé que sería bueno acompañarte."
Fu Hua parpadeó confundida.
"Pero Aleph y yo íbamos a—"
Mei deslizó un libro frente a Fu Hua.
"Shh. No hablemos de cosas aburridas. ¿Sabías que Aleph es muy malo en matemáticas?"
Fu Hua arqueó una ceja.
"¿Lo es?"
Mei asintió con severidad.
"Terrible. Una vez Bronya le dijo en broma que no podía dividir entre cero. Lo intentó de todas formas y casi tuvo una explosión cerebral, incluso Kiana se preocupó al ver su cuerpo inmóvil en el suelo mientras le salía humo por las orejas."
Aleph frunció el ceño.
"¡Eso fue un accidente!"
Fu Hua soltó una pequeña risa.
Aleph se sonrojo levemente mientras la miraba.
Mei apretó los dientes.
No, no, no.
¡No permitas que su risa te encante, Aleph!
Mei decidió pasar al siguiente nivel de sabotaje.
Justo cuando Aleph estaba a punto de preguntarle algo a Fu Hua, Mei dejó caer su bolígrafo al suelo.
¡Táctica de distracción! ¡Funcionará!
Mei se inclinó lentamente para recogerlo, asegurándose de que Aleph se distrajera con ella en vez de Fu Hua.
Pero hubo un problema.
Aleph…
Aleph ni siquiera la miró.
Estaba demasiado ocupado preguntándole a Fu Hua sobre historia antigua.
Mei sintió un puñal directo en el orgullo.
¡¿Cómo era posible que prefiriera aprender historia antes que mirarla?!
Solo tenía una última carta para jugar.
El "accidente clásico de romance".
Esperó el momento perfecto…
…y luego "tropezó" contra Aleph para caer sobre él.
Si todo salía bien…
Aleph terminaría en una posición romántica comprometedora con ella.
…
Pero en vez de eso, Aleph simplemente la atrapó como si fuera una bolsa de arroz y la volvió a sentar sin pensar demasiado en ello.
"¿Estás bien, Mei?"
Mei no sabía si quería morirse o matarlo.
"Sí… sí, gracias…"
¡¿Por qué este idiota era tan denso?!
...
Segundo intento, Plan: "Aleph nota a Mei de una maldita vez."
Después del fracaso absoluto en la biblioteca, Mei decidió que su enfoque estaba mal.
Si saboteaba demasiado, Aleph podría empezar a sospechar.
Así que esta vez, en lugar de arruinar sus citas…
Trataría de seducirlo directamente.
Su estrategia era simple.
Ser la mujer perfecta para él.
Así que comenzó a investigar sus gustos.
Para eso, Mei espió a Aleph en secreto durante todo un día.
Y recopilo un par de cosas importantes sobre Aleph:
1. Le gustan las pelirrojas.
¡Maldita sea! ¡Yo no soy pelirroja!
¿Me teñiré el cabello? ¡No, eso es muy desesperado!
2. Le gustan las mujeres mayores.
¡¿Pero qué demonios?! ¡Eso es peor!
¡¿Acaso me ve como una niña?!
3. Le gusta la comida picante.
Al menos aquí puedo ganar.
4. Es un idiota total con las indirectas.
Lo cual explica por qué TODO ME HA SALIDO MAL.
¡No es que no tenga encanto, es solo que él demasiado idiota como para notarlo!
Después de analizar todo esto, Mei decidió hacer la prueba definitiva.
Le pidió a Aleph que fuera a comer con ella.
Para asegurarse de que él no pudiera rechazarla, Mei cocinó algo especialmente para él.
Cuando Aleph vio el plato, sus ojos brillaron.
"¡Oh! ¡Comida picante! ¡Esto se ve increíble!"
Mei sonrió con satisfacción.
Ahora… ahora lo tengo en mis manos.
Pero.
Pero entonces…
Himeko apareció de la nada y se sentó junto a Aleph.
"Oh, ¿comida picante? No sabía que te gustaba tanto, Aleph."
Aleph se sonrió levemente.
"Sí, es uno de mis favoritos."
Mei sintió un latigazo en el corazón.
¡¿Por qué se estaba sonrojando?!
¡¿Cómo es posible que Himeko le ganara sin hacer nada?!
Himeko simplemente tomó un poco de la comida con los palillos y se la dio directamente a Aleph.
"Abre la boca."
Aleph, sin pensarlo, obedeció como un perro entrenado.
Mei sintió una oleada inexplicable de ira.
¡Esa debería ser su victoria!
¡Esa debería ser su escena romántica!
Y lo peor…
Aleph se veía feliz.
Mei apretó los puños y murmuró:
"Voy a matarlo."
Aleph probó la comida y su rostro se iluminó de felicidad.
"¡Wow, esto es increíble!"
Mei sintió una pequeña victoria.
Himeko levantó una ceja y sonrió con interés.
"¿La hiciste tú, Mei? Hmm, realmente debes ser increíble. Se ve que le gusta."
Aleph asintió emocionado.
"¡Sí, Mei, eres increíble cocinando! ¡Gracias!"
Mei quedó paralizada.
…Aleph la estaba mirando con admiración.
…espera…
…espera, espera, espera…
"¡¿Funcionó?!"
Su corazón latía con fuerza.
¡Aleph estaba mostrando signos de interés!
Mei no lo podía creer.
…Y luego Kiana llegó y robó toda la comida.
"¡Gracias, Mei! ¡Eres la mejor amiga del mundo!"
Mei dejó caer su cabeza sobre la mesa otra vez.
Acto 3: Operación "El Último Bastión del Orgullo"
Mei estaba harta.
Ya no era una cuestión de amor.
Ni de romance.
Era una cuestión de honor.
Había sido derrotada demasiadas veces.
Y cada vez que pensaba que estaba avanzando, algo se interponía en su camino.
Kiana la veía como una "Mei-Mamá".
"¡No soy vieja, no puedo ser considerada una "Mamá"!"
Aleph se sonrojaba con mujeres mayores.
Himeko y Kiana habían arruinado su momento romántico.
Mei sentía que estaba perdiendo en todos los frentes.
Así que ahora…
Había llegado el momento de ejecutar su plan final.
...
Mei se dio cuenta de una gran verdad.
Las indirectas no funcionaban.
Los momentos románticos eran desperdiciados.
Así que la única opción restante era… ser directa.
Muy directa.
El plan era simple.
Aleph tenía que verla como una mujer.
Si eso significaba coquetear abiertamente, lo haría.
Si eso significaba ponerse un vestido más provocativo, lo haría.
Si eso significaba ponerlo en situaciones incómodas hasta que lo entendiera, lo haría.
Esta vez… no fallaría.
...
Mei sabía que Aleph tenía un punto débil.
Era un hombre.
Y como todo hombre… había un límite a lo que podía ignorar.
Así que… se puso un vestido rojo, elegante y ajustado.
Lo suficientemente discreto como para no parecer desesperada.
Pero lo suficientemente revelador como para que Aleph tuviera que mirarla.
Se paró frente a él, con una sonrisa confiada.
"¿Qué opinas, Aleph?"
Aleph la miró.
Observó el vestido.
Mei esperó su reacción.
Y entonces…
Aleph sonrió y dijo:
"¡Te ves muy sofisticada! Como si fueras a una gala importante."
…
"¿Como… si fuera a una gala?"
Mei sintió un golpe en el corazón.
¡No, maldito idiota! ¡No era eso lo que quería escuchar!
********
Si la ropa no funcionaba…
El contacto físico sí lo haría.
Así que Mei empezó a buscar cualquier excusa para tocar a Aleph.
Le agarró del brazo cuando caminaban juntos.
Se inclinaba un poco más cerca cuando hablaban.
Incluso intentó apoyarse en su hombro cuando estaban sentados.
¡Esta vez funcionaría!
...
¡Estaba funcionando!
Aleph no parecía ni un poco incómodo.
¡¿Acaso finalmente notaba algo?!
O al menos eso pensabs.
…Hasta que escuchó a Aleph murmurar con una sonrisa gentil.
"Me recuerda un poco a Stelle y a Kiana. Ellas también se apoyan en mí cuando quieren."
Mei sintió un segundo golpe en el corazón.
"¡No quiero ser como Kiana y Stelle! ¡Quiero que me veas como una mujer maldita sea!"
Pero respiró hondo y se calmó.
Quedaba una última táctica.
Si los gestos sutiles eran ignorados…
Si todo lo demás fallaba…
Entonces solo quedaba un camino.
Sería clara.
Sería valiente.
Confesión directa.
...
Mei se preparó mentalmente.
Era ahora o nunca.
Esperó el momento perfecto…
Y cuando finalmente quedaron a solas en el parque, dio el primer paso.
Se puso frente a Aleph y lo miró fijamente.
Aleph levantó una ceja.
"¿Hmm? ¿Qué pasa, Mei?"
Mei respiró hondo, tratando de calmar su ansiedad, sus nervios.
Esta vez, no habrá fallos.
Esta vez, lo haré bien.
Todo será por una buena causa, por un futuro donde pueda tener un Sandwich de Mei con Kiana y Aleph siendo el pan.
Miró a Aleph con determinación.
Y con la voz más segura y seductora que pudo reunir, dijo.
"Aleph… ¿alguna vez has considerado la idea de que podríamos ser algo más que amigos?"
Aleph la miró fijamente.
Mei sintió que su corazón latía con fuerza.
…¿Funcionó?
¿Acaso finalmente iba a entenderlo?
Aleph parecía pensativo.
Y entonces, abrió la boca para responder.
Mei contuvo la respiración.
Aleph se cruzó de brazos y respondió:
"¿Te refieres a compañeros de batalla?"
Mei sintió que su alma abandonaba su cuerpo.
…
"¡No, maldita sea! ¡No!"
…
…
…
Mei colapsó en el suelo.
Derrotada.
Destruida.
Aleph se le acercó con una sonrisa amistosa y le dijo.
"Era solo un chiste, Mei, eres una de las personas en las que más confío. No sé qué haría sin ti ¿No te lo dije antes? Eres irremplazable, tanto para mi como para Kiana."
Mei se quedó en silencio.
"¿Mei?"
Aleph paso una mano por delante de su cara.
... Mei se había pedido en la alegría.
***********
Acto 4: La traición definitiva ¡¿Aleph está en una cita?!
Las vacaciones en la playa deberían haber sido perfectas.
Mei había aceptado que sus intentos de conquistar a Kiana y Aleph habían sido un desastre.
Pero estaba disfrutando de la arena, el mar, y el clima tropical.
Hasta que vio algo que casi le provocó un infarto.
Aleph.
Fu Hua.
Saliendo juntos.
A SOLAS.
Mei parpadeó.
"…No."
"Debe ser mi imaginación. Ese idiota es tan denso que tal cosa debería ser imposible."
Pero no.
Era real.
Aleph estaba con Fu Hua.
Y por la forma en que se miraba.
El aura rosa que los rodeaba...
Era una maldita cita.
…
Mei sintió cómo algo en su interior colapsaba.
"¡Esto no es posible! ¡Aleph es demasiado denso para entender el romance!"
"¡Es un idiota! ¡Una roca! ¡Un bloque de cemento!"
"¡¿Cómo diablos logró salir con Fu Hua antes que conmigo?!"
Y entonces, fue cuando lo vio.
Aleph se veía nervioso.
Se sonrojaba.
¡Y estaba actuando como un caballero galante!
Corrientes eléctricas crepitaron al rededor de la chica.
******
Fu Hua y él estaban caminando juntos por la orilla del mar, disfrutando de la tranquilidad.
"Es un lindo lugar." Fu Hua sonrió suavemente.
Aleph asintió.
"Sí. Aunque honestamente… me cuesta creer que esté aquí contigo."
Fu Hua lo miró con curiosidad.
"¿Por qué?"
Aleph se rascó la nuca.
"Bueno… es solo que… siento que estás fuera de mi liga."
Fu Hua se sorprendió.
Y luego sonrió con diversión.
"Vaya. No esperaba escucharlo de ti."
Aleph miró al suelo, visiblemente avergonzado.
"Solo digo la verdad…"
Fu Hua se quedó en silencio por unos segundos.
Luego, tomó suavemente la mano de Aleph.
Aleph se puso completamente rojo.
Fu Hua lo miró con una leve sonrisa.
"Vamos, sigamos caminando."
Aleph asintió en automático, casi en trance.
…
Desde las sombras, Mei observaba todo con la expresión de alguien que acababa de perder toda esperanza en la humanidad y estaba lista para iniciar una masacre.
**********
Acto 5: Mei Desciende al Abismo
Mei sentía que había llegado a su límite.
Aleph…
Ese hombre idiota.
Ese imbécil insensible.
¡No había sido capaz de notar sus avances!
¡Pero se derretía frente a Fu Hua cómo si fuera un maldito protagonista de Shoujo!
Era demasiado.
Mei se tambaleó hacia atrás y cayó sentada en la arena.
Había perdido.
"¿Cómo pasó esto?"
"¿Cómo llegué a este punto?"
Su orgullo estaba hecho pedazos.
Y entonces, lo recordo.
Aleph tenía un maldito fetiche.
Las mujeres mayores.
Y no solo eso.
También tenía debilidad por las pelirrojas.
Mei recordó la forma en que Aleph miraba a Himeko en aquella ocasión.
Y luego comparó eso con cómo la ignoraba a ella.
Mei se agarró la cabeza con las dos manos.
"Maldito fetichista… MALDITO… FETICHISTA… ¡MALDITO IDIOTA!"
…
Kiana, que estaba comiendo helado cerca, parpadeó confundida.
"¿Por qué Mei está gritando sola en la arena?"
Bronya, que estaba a su lado, miró la escena y suspiró.
"Bronya sospecha que es otro episodio de su telenovela mental."
Seele, que no entendía nada, solo sonrió.
"Bueno, mientras no haga explotar la cabaña de nuevo, debería estar bien."
******
Después de pasar la noche maldiciendo la existencia de Aleph y sus estúpidas preferencias, Mei se levantó con una nueva determinación.
"Está bien…"
"Si eso es lo que le gusta…"
"¡Entonces me convertire en su mujer ideal!"
…
Bronya, que estaba escuchando, suspiró.
"Mei, por favor, no hagas estupideces."
Kiana, en cambio, la miró con curiosidad.
"¿Cómo piensas hacer eso?"
Mei cerró los ojos y sonrió con confianza.
"Es simple… haré que se fije en MÍ, aunque tenga que aprender de Fu Hua y Himeko."
Pronto salió de la habitación con pasos apresurados.
Kiana y Bronya intercambiaron miradas.
"…Esto no va a terminar bien, ¿verdad?"
"Bronya estima que el 99% de probabilidades indica que será un desastre."
Y así, Mei comenzó un nuevo arco de entrenamiento.
El plan de Mei no estaba muerto.
Apenas estaba comenzando.
Acto 6: Mei se Convierte en el "Peligro"
Mei estaba de pie en la orilla del mar, con la brisa nocturna moviendo su cabello.
Después de haber pasado por todas las fases del duelo (negación, ira, desesperación y depresión), había alcanzado una nueva fase:
Determinación Absoluta.
"Si Fu Hua y Himeko pueden hacerlo…"
"Si Aleph realmente tiene una debilidad por ellas…"
"¡ENTONCES ME CONVERTIRÉ EN UNA MUJER QUE LO HAGA CAER A MIS PIES!"
Una sonrisa oscura se dibujó en su rostro.
"¡Ya sea que quiera o no!"
....
Bronya estaba observando a Mei desde lejos, con una expresión de absoluta preocupación.
"Bronya no tiene un buen presentimiento sobre esto."
Kiana, en cambio, miraba a Mei con curiosidad.
"¿Por qué está sonriendo así? ¿Está feliz?"
"Eso no es felicidad… es el rostro de alguien que está a punto de hacer algo loco y posiblemente estupido."
Seele, que estaba con ellas, ladeó la cabeza.
"Pero Mei es una persona responsable, ¿verdad?"
Bronya y Kiana la miraron como si hubiera dicho la mayor locura del mundo.
"Seele, por favor, no seas ingenua."
"Sí, Mei puede ser responsable la mayor parte del tiempo… pero aveces también es un completo desastre."
********
Mei ya tenía su plan en marcha.
Pero primero, necesitaba información.
¿Cómo podía mejorar su atractivo?
Su primera opción lógica era preguntarles a Himeko y Fu Hua.
Pero eso sería demasiado humillante.
Así que fue con la única persona que podía ayudarla sin hacer preguntas incómodas.
.....
"…Mei, ¿por qué me trajiste aquí?"
Mei miró fijamente a su directora, la persona que había estado a su cargo por años.
"Directora, necesito ayuda en algo."
Theresa parpadeó.
"¿Ayuda en qué?"
Mei tomó aire y habló con seriedad.
"¿Cómo puedo convertirme en una mujer que haga que los hombres caigan a mis pies?"
Silencio absoluto.
Theresa escupió el jugo que estaba tomando.
"¡¿QUÉ?!"
...
Entrenamiento Especial: Operación "Mujer Fatal"
Mei logró convencer a Theresa de que la entrenara.
…de alguna manera.
Theresa estaba en shock, pero al final, aceptó porque Mei parecía desesperada.
"No puedo creer que esté haciendo esto…"
"¿En qué momento mi vida llegó a esto?"
Pero sin importar sus dudas, comenzó su entrenamiento.
Primera fase: La actitud elegante
"Mei, si quieres atraer a alguien, tienes que moverte con confianza y elegancia."
"¿Como Fu Hua?"
"Exactamente. Pero sin parecer una abuela sabia."
Segunda fase: La sonrisa letal
"Una mujer fatal debe tener una sonrisa seductora."
"¿Así?"
"¡No! ¡Eso parece que vas a darme consejos de vida! ¡Ponle más encanto!"
Mei intentó varias veces…
Pero cada intento terminaba pareciendo demasiado maternal.
Theresa se desesperó.
"¡¿Por qué se siente como si me estuviera sonriendo mi mamá?!"
Tercera fase: Control sobre Aleph
"Muy bien… ahora, Mei, vamos a probar esto con Aleph."
"Espera, ¿qué?"
"Sí. Vas a acercarte a él y aplicar lo que aprendiste."
Mei tragó saliva.
Era el momento de la verdad.
...
Mei se acercó a Aleph, quien estaba despreocupado comiendo una brocheta de carne.
Con su mejor sonrisa, habló con un tono suave.
"Aleph… ¿te gustaría dar un paseo conmigo?"
Aleph la miró.
Mei esperó su reacción.
¿Sonrojo?
¿Sorpresa?
¿Tal vez nerviosismo?
Aleph parpadeó y asintió.
"Ah, claro. Vamos."
Mei se quedó en blanco.
"Espera, ¿eso funcionó?"
¡ESO FUNCIONÓ?!
*****
Desde lejos, Bronya, Kiana y Theresa estaban observando.
Theresa asintió.
"Bueno, al menos no falló esta vez."
Kiana cruzó los brazos.
"Sí, pero… ¿estamos seguros de que Aleph entendió lo que pasó?"
Bronya suspiró.
"Probablemente no."
*******
Mei estaba radiante.
¡Lo logró!
¡Saldría a solas con Aleph y sin interrupciones!
Solo quedaba que borrará por completo las influencias de Himeko y Fu Hua en él.
Y entonces... ¡Podria comenzar su ataque a Kiana!
…
Pero no se dio cuenta de un pequeño detalle.
Aleph creía que era una simple caminata de amigos.