Cherreads

Chapter 25 - Capítulo 24: Cálido

El sonido de los motores del Expreso Astral vibraba suavemente en el aire.

Aleph caminaba por los pasillos con un paso tranquilo, su mente aún dándole vueltas a todo lo sucedido en la estación espacial Herta.

El Aeon de la Exultación había entrado en su vida de la manera más jodidamente aterradora posible, dejándole más preguntas que respuestas.

Pero ahora no podía hacer nada al respecto. Lo único que podía hacer era avanzar.

Luofu de Xianzhou.

El Stellaron en ese lugar seguía dándole vueltas en la cabeza.

Un pregunta flotaba en el fondo de su mente pero se obligó a reprimirla.

¿Quien sabía si era realmente posible o no?

Ese pensamiento cruzó una vez más por su mente, sabía que era estúpido, codicioso y peligroso pero no pudo desarrollarlo más.

Porque antes de que pudiera dar un paso más…

Alguien lo agarró del brazo.

"¿Huh?"

Aleph parpadeó sorprendido cuando sintió que era jalado sin previo aviso.

Miró hacia el lado y vio a Stelle, quien lo sujetaba con firmeza, detienendo su avance sin decir una palabra.

"¿Stelle?"

Ella no respondió, simplemente se dió la vuelta mientras lo arrastraba con ella.

Aleph intentó detenerse, pero su agarre era sorprendentemente fuerte.

"Oye, ¿a dónde me llevas?"

Stelle siguió avanzando como si no lo hubiera escuchado.

Aleph suspiró con resignación.

"No tiene sentido resistirse, ¿verdad?"

Stelle simplemente siguió caminando.

Aleph no insistió más.

"Al menos dime si esto es un secuestro amistoso o si debo preocuparme. No vas a tratar de sacar mis órganos y venderlos en una especie de mercado negro espacial ¿Verdad?"

Stelle ni siquiera le dio una mirada.

"Público difícil ¿Eh? Pero ya enserio…tienes que dejar de hacer esto. Al menos podrías dejar de arrastrarme, puedo seguirte por mi cuenta ¿Sabes?"

"No. Huiras."

Aleph exhaló lentamente, sintiéndose rendido.

Bueno, tampoco podía culparla, el si estaba listo para escaparse en cuanto lo soltara.

....

Pronto, dejaron atrás los vagones comunes del Expreso y llegaron a una sección distinta.

El vagón de fiestas.

Los colores cálidos de la iluminación y la decoración elegante le daban un aire de lujo.

Había un bar en el centro con un robot bartender limpiando vasos, y un escenario con un piano de fondo.

El robot bartender notó la presencia de ambos y saludó con entusiasmo.

"¡Bienvenidos, bienvenidos! ¿Qué les sirvo? ¿Un cóctel, un chiste o un dilema filosófico sobre la existencia?"

Stelle lo ignoró completamente y siguió caminando.

Aleph, aún siendo arrastrado, alcanzó a levantar una mano en señal de disculpa al robot.

"Lo siento, parece que estoy ocupado siendo secuestrado por una semi-loli de cabello gris, ya sabes un lunes cualquiera aquí en el expreso."

"¡Oh! ¡Entonces aquí tienes un chiste gratis para acompañar!"

El robot se inclinó hacia adelante y dijo con entusiasmo.

"Si un tren viaja a 300 km/h y un viajero del Expreso Astral se duerme en el vagón de fiestas… ¿Cuánto tarda en ser despertado por una explosión interdimensional?"

Aleph parpadeó confundido.

"… ¿Qué?"

El robot hizo una pausa dramática y luego estalló en risas pre grabadas.

"¡Ja, ja, ja! ¡No lo sé, pero esperemos que no nos pase a nosotros!"

Stelle ni siquiera se inmutó y continuó caminando.

Aleph suspiró pesadamente.

"Definitivamente me estoy volviendo parte de la locura de este tren."

Finalmente, llegaron a una escalera en el fondo del vagón.

Subieron los escalones y entraron en una gran habitación algo desordenada.

Aleph miró a su alrededor y se dio cuenta de que nunca había estado aquí antes.

Era... simple, pero cómoda. Una cama bien acomodada, un escritorio con algunas cosas dispersas.

"…¿Esta es tu habitación?"

Stelle no respondió.

Ella cerró la puerta detrás de ellos y finalmente soltó su agarre en el brazo de Aleph.

Aleph exhaló y se frotó la muñeca.

"Bien, ¿vas a decirme qué está pasando?"

Stelle lo empujó suavemente hacia la cama.

Aleph perdió el equilibrio y se sentó automáticamente en el colchón.

Se quedó parpadeando, confundido.

"¿… Oye? ¿Stelle?"

Stelle, sin decir una sola palabra, se sentó sobre su regazo y lo abrazó.

Aleph sintió su corazón detenerse por un momento.

"…"

No dijo nada.

No se movió.

Solo se quedó ahí, sintiendo el calor de Stelle contra su cuerpo.

No supo cuánto tiempo pasó.

Segundos.

Minutos.

Pero eventualmente…

Una sonrisa apareció en su rostro.

Una ligera risa escapó de sus labios.

Sin dudarlo más, le devolvió el abrazo.

"…Ya veo."

Finalmente entendió.

El silencio envolvía la habitación.

Aleph mantuvo el abrazo, dejando que el calor de Stelle lo envolviera.

Era… extraño.

Pero no incómodo.

Sus pensamientos, que habían estado revueltos después del encuentro con Aha, poco a poco se fueron disipando.

El peso en su pecho, esa sensación de inquietud constante, se desvaneció un poco.

No era que hubiera olvidado todo lo que pasó…

Pero en este momento, no importaba.

Stelle aún no decía nada.

Pero tampoco tenía que hacerlo.

Aleph abrió sus ojos con sorpresa, él había recordado algo.

Una memoria un poco antigua.

Cuando era un niño, su hermana mayor solía estar muy ocupada con la secundaria, sus clubes y sus preparativos para ingresar a la universidad.

Él notaba cuando estaba estresada.

Cuando veía que ella tenía el ceño fruncido, que sus hombros estaban tensos, que suspiraba mucho.

Entonces, sin decir una palabra, se acercaba y la abrazaba.

Él era pequeño en ese entonces, así que apenas llegaba a rodearla, no sabía si esa esa era la forma correcta de transmitirle lo que quería.

Pero eso no importaba, porque el mensaje parecía llegarle de todas maneras.

Porque su hermana siempre le sonreía después de eso.

"Eres un buen hermano, *****."

Ese nombre…

Aleph frunció el ceño un poco.

Por alguna razón, cuando trató de enfocarse en su verdadero nombre, su mente se nubló.

Aleph respiró hondo y apartó ese pensamiento.

Este no era el momento para eso, no le había importado recordarlo antes y mucho menos ahora.

"Al diablo con Aha, los Emanadores, otros transmigrados y reencarnados o cualquier cosa que pueda pasar."

Apretó ligeramente el abrazo.

Este era un momento de paz.

Y estaba decidido a no arruinarlo con esos pensamientos desagradables.

**********

Ella tampoco sabía cómo expresar bien lo que sentía.

No era buena con las palabras.

No como los demás.

Pero eso no quería decir que no entendiera emociones.

Entendía que Aleph no estaba bien después de lo que pasó en el Universo Simulado.

No preguntó detalles.

No necesitaba saberlos.

Solo sabía que quería hacer algo.

Que quería darle un poco de la misma calidez que él le dio antes, y que olvidará al menos temporalmente las preocupaciones que tenía.

Como cuando le acarició la cabeza en Jarillo-VI.

Como cuando compartieron un abrazó después de la batalla contra Cocolia.

Eso era lo único que se le ocurrió hacer.

Y funcionó.

Se sintió cómoda, y esperaba que Aleph también.

El sonido de su respiración.

El latido de su corazón.

El calor que sentía al estar así…

Era tranquilizante.

Su cuerpo se relajó a medida que se concentraba en escuchar el ritmo de aquel latido.

Sus párpados se sintieron pesados, los brazos que se aferraban a su cuerpo se sentían tan cálidos y cómodos.

Que sin darse cuenta…

Se quedó dormida.

....

Aleph sintió que el peso de Stelle en su pecho se volvía un poco más pesado.

"…¿Se durmió?"

Bajó la vista y la observó por un momento.

La expresión de Stelle era serena, como si no tuviera nada de que preocuparse.

Respiraba suavemente, completamente tranquila.

Aleph sonrió ante aquella vista, su mano acarició suavemente aquel rostro tan pacifico.

No era común verla así.

Normalmente tenía esa mirada de indiferencia, como si todo le diera igual.

Pero ahora, dormida en sus brazos, se veía distinta.

Más…

Más…

Aleph sintió que su mente divagaba un poco, así que decidió dejar de pensar tanto en ello.

Apoyó la cabeza contra la pared y cerró los ojos.

"…Estos momentos tranquilos son buenos, me gustan las peleas, dan un poco de sabor al día a día. Pero esto tampoco está tan mal. "

"Ojalá hubiera habido más momentos así cuando estábamos en Jarillo-VI."

"Tuvimos que ir de un lado a otro peleando, y casi acabé muriendo… en la estación espacial tampoco hubo mucho descanso, aunque no niego que conocer a Flynn y Caelus fue bastante entretenido."

"Pero aquí…"

Soltó una pequeña risa.

Luego de absorber el Stellaron de Jarillo-VI su cuerpo experimentó un crecimiento exponencial, al principio él y Stelle pudieron haber tenido alturas un tanto similares pero ahora definitivamente era más alto.

Apoyo su mejilla contra la cabeza de Stelle.

"Aquí al menos puedo relajarme un poco."

Pudo sentir como la presión se desvanecía de su cuerpo, un bostezo escapó de su boca, sus párpados se sintieron un tanto pesados.

"... Tal vez estaba más cansado de lo que creía."

Y así antes de pudiera darse cuenta, el también se durmió.

**********

El tiempo pasó sin que ninguno de los dos despertará.

Pero, eventualmente, por más bueno que fuera todo buen momento debía terminar.

Una voz lo sacó del sueño junto con el sonido de la puerta siendo golpeada.

"...Stelle ¿Haz visto a Aleph? Todos ya se reunieron para discutir quien va a bajar pero no podemos comenzar sin... ti... y Aleph."

Los ojos de 7 de Marzo se abrieron con sorpresa al ver la posición en la que se encontraban.

"…¡¿Pero qué demonios estoy viendo?!"

Aleph abrió los ojos lentamente, sintiendo su cuerpo un poco pesado por el descanso.

Lo primero que vio fue el techo de la habitación de Stelle.

Lo segundo fue a Stelle aún dormida en sus brazos, con su respiración tranquila.

Y lo tercero…

Fue a 7 de Marzo en la puerta, con los ojos bien abiertos y las mejillas completamente rojas.

Aleph parpadeó con confusión.

"…¿Qué?"

7 de Marzo señaló la escena con un dedo tembloroso.

"¡Tú…! ¡Bestia! ¡Depredador de chicas ingenuas e inocentes!"

Aleph frunció el ceño con incredulidad.

"…¿Que demonios?"

7 de Marzo entró de golpe a la habitación y lo apuntó con su cámara, lista para "recolectar evidencia".

"¡Sabía que eras peligroso, pero no pensé que fueras tan descarado!"

Aleph entrecerró los ojos, sintiendo cómo el cansancio era reemplazado lentamente por fastidio.

"…Espera. ¿De qué demonios estás hablando?"

7 de Marzo lo fulminó con la mirada y luego señaló a Stelle.

Aleph bajó la vista…

Y en ese momento se dio cuenta de cómo se veía la situación desde fuera.

Stelle estaba completamente acurrucada contra él, su cabello despeinado, su expresión tranquila, pero extrañamente satisfecha… y su ropa algo desordenada, además de sus mejillas enrojecidas.

Era…

Bueno.

Aleph suspiró y levantó sus manos en señal de rendición.

"No es lo que parece."

7 de Marzo resopló mientras se cruzaba de brazos dirigiendole una mirada acusadora.

"¡Oh, claro! ¡Claro que no! ¡Seguramente ella te arrastró a su habitación y te obligó a abrazarla mientras dormían juntos!"

Aleph se frotó la cara con frustración.

"Técnicamente, sí."

7 de Marzo se quedó en silencio por un momento.

"…¿Eh?"

Aleph se cruzó de brazos y la miró con cansancio.

"¿Ahora como la convenzo de que no le hice nada?"

¿Podra aceptar la verdad si se lo digo tal como es?

"Fue ella quien me trajo aquí. Yo solo me dejé llevar."

7 de Marzo parpadeó varias veces.

Miró a Stelle.

"..."

Luego a Aleph.

"..."

Luego de vuelta a Stelle.

"…Igual sigue siendo sospechoso."

Aleph exhaló lentamente, una de sus manos sobo su frente con molestia.

"Lo que sea. ¿Para qué viniste?"

7 de Marzo chocó un puño contra su palma, recordando su propósito.

"¡Oh, cierto! ¡Himeko quiere que todos se reúnan en la cabina principal!"

Aleph asintió y comenzó a moverse pero Stelle aún no despertaba.

"¿Qué se supone que haga con ella?"

7 de Marzo ladeó la cabeza con una sonrisa burlona.

"Awww~ qué tierno. ¿No quieres despertarla porque se ve demasiado adorable dormida?"

Aleph le lanzó una mirada afilada, pero no dijo nada, después de todo ella no se equivocaba.

7 de Marzo rió.

"¡Está bien, está bien! Yo me encargo."

Aleph se puso de pie con cuidado, asegurándose de que Stelle no se golpeara al moverse.

7 de Marzo se inclinó hacia Stelle y comenzó a sacudirla suavemente.

"Vamos, dormilona. Es hora de levantarse."

Stelle gruñó ligeramente y se acomodó más contra la almohada.

7 de Marzo sonrió.

"…Oh. Así que eres del tipo que no despierta fácilmente."

Aleph frunció el ceño.

"Marzo, no creo que sea una buena idea."

SMACK

7 de Marzo le dio un par de palmadas más fuertes en la cabeza.

"¡Despierta, Stelle!"

SMACK

"…"

Stelle finalmente abrió los ojos.

Se quedó en silencio, con la mirada perdida.

7 de Marzo le grito.

"¡Hora de levantarse!"

Stelle parpadeó una vez.

Dos veces.

Y luego…

Con un movimiento rápido, tomó su almohada y la estrelló en la cara de 7 de Marzo.

¡THWACK!

7 de Marzo cayó al suelo con un quejido ahogado.

Aleph apretó los labios para no reírse.

Stelle se sentó lentamente en la cama, aún medio dormida.

"…¿Qué pasa?"

Aleph cruzó los brazos y la miró.

"Tenemos que ir a reunirnos con los demás."

Stelle bostezó y se estiró perezosamente.

"…Está bien."

Se levantó sin problemas, su rostro completamente relajado como si nada hubiera pasado.

Aleph suspiró y miró a 7 de Marzo, quien aún estaba en el suelo.

"¿Aprendiste la lección?"

7 de Marzo levantó un pulgar mientras se masajeaba la cara.

"…Stelle pega fuerte incluso con una almohada."

Aleph sonrió levemente.

"Meh, 50/50, iba a decir algo como "No interrumpir el sueño de los demás." pero de todas formas sirve. Vámonos antes de que Himeko se moleste."

Los tres salieron de la habitación, 7 de Marzo se masajeaba el rostro con lágrimas en el rabillo del ojo.

Aleph apenas contuvo las ganas de reir.

Cosechas lo que siembras ¿Eh?

***********

El sonido de pasos resonaba en los pasillos del Expreso Astral mientras Aleph, Stelle y 7 de Marzo se dirigían al lugar de reunión.

Stelle caminaba tranquilamente, aunque aún se veía ligeramente adormilada.

7 de Marzo, en cambio, seguía mirándolos de reojo con un puchero.

Aleph ignoró por completo sus miradas y simplemente suspiró.

"¿Vas a seguir mirándonos así todo el camino?"

7 de Marzo solto un "Hmph".

"No sé, ¿qué crees?"

"Que en cualquier momento te vas a comer otra almohada en la cara."

7 de Marzo puso una expresión exagerada de falsa indignación.

"¡Grandes palabras, de ti! ¡El villano que se aprovechó de la pobre Stelle!"

Aleph resopló con fastidio mientras la miraba con una ceja levantada.

¿Acaso tantos choques por cumplir ese desafío suyo en el Expreso finalmente le habían dado tantas sacudidas a su cabeza como para hacerla más idiota?

"¿Sigues con eso?"

"¡Por supuesto! ¡Debo proteger la pureza de mi querida amiga!"

Stelle bostezó y la miró de reojo.

"…Si sigues gritando, te lanzare otra cosa."

7 de Marzo se congeló por un segundo y luego se puso a caminar más rápido.

"Bueno, bueno, ¡vamos con Himeko!"

Aleph negó con la cabeza.

"Tonta…"

....

En el lugar de reuniones, Himeko, Welt, Dan Heng y Pom-Pom ya estaban esperándolos.

Welt ajustó sus gafas y los miró con calma.

"Justo a tiempo."

Himeko sonrió.

"Perfecto. Ahora que están todos aquí, hablemos de nuestro destino."

En la pantalla central del Expreso, se desplegó un mapa del Luofu de Xianzhou.

Himeko se cruzó de brazos.

"La mayor parte de nuestro plan de acción ha sido cubierto."

Himeko miró a los demás.

"Ahora, la pregunta es… ¿quién bajará allí?"

Aleph se apoyó contra la pared, cruzándose de brazos.

"¿Es obligatorio ir?"

Himeko lo miró con curiosidad.

"¿No quieres?"

Aleph hizo una pausa.

No era que no quisiera, era más como que se había sentido ligeramente abrumado por tantas cosas en poco tiempo que pensó que no estaría mal tomarse un pequeño descanso.

…Pero entonces recordó lo que pensó antes.

"¿Podré hacerlo una segunda vez?"

Ese pensamiento le generaba curiosidad.

Y curiosidad significaba tanto peligro como oportunidades, no hay beneficios para quien no se arriesga para buscarlos, ni victoria para aquel que le tema a la derrota.

Aleph suspiró.

"Olvídalo. Si hay acción, voy."

Himeko asintió.

"Bien. Stelle y 7 de Marzo también irán."

Las mencionadas asintieron.

Dan Heng finalmente habló.

"Yo me quedaré en el Expreso."

Aleph arqueó una ceja.

Había algo raro en la forma en la que Dan Heng lo dijo.

Pero decidió no preguntar… aún.

Himeko miró a Welt.

"¿Tú?"

Welt sonrió.

"Alguien tiene que asegurarse de que todo esté en orden aquí ¿Puedo pedirte que te encargues de ellos?"

Himeko sonrió.

"Entonces, ya está decidido."

El grupo que bajará a Luofu de Xianzhou:

Welt

Stelle

7 de Marzo

Aleph

El Expreso comenzó a reducir la velocidad.

Pronto, estarían sobre Luofu.

Himeko giró sobre sus talones y miró al grupo.

"Prepárense. Ya no queda mucho para llegar."

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Omake: "¡Detenganlos!" - Parte 1

Acto 1: El Regreso de los Condenados

.....

La tranquilidad en Hyperion era un milagro poco común. Welt disfrutaba de un café en la sala de reuniones, Fu Hua meditaba en el jardín y ocasionalmente le daba sorbos a su té, y Bronya Rand ajustaba algunos parámetros en su teléfono mientras Himeko descansaba con una copa de vino.

Todo parecía estar en orden…

Hasta que la puerta principal explotó.

¡BOOOOOM!

El estruendo hizo que todos se giraran de golpe. Una nube de humo cubrió la entrada, y de entre las sombras emergieron dos figuras desconocidas…

Bueno, no tan desconocidas.

Pero definitivamente no eran las mismas personas que se habían ido de vacaciones hace una semana.

De un lado, Aleph caminó con paso firme, vestido con un abrigo largo azul, guantes negros y botas de cuero. Su cabello flotaba levemente con el viento inexistente del interior, y en su mano derecha descansaba una katana envainada.

Su usual mirada tonta había sido reemplazada por una más... ¿Seria?

"…El poder me ha consumido. Solo la espada puede juzgar mi destino."

Su voz era baja, fría, con un tono de absoluta arrogancia.

Fu Hua levantó una ceja.

"…¿Qué?"

Del otro lado, Kiana hizo su gran entrada envuelta en una capa negra con el emblema del Imperio Galáctico bordado en la espalda. Su expresión era seria, sus ojos fríos como el vacío del espacio. En su mano tenía un sable láser de plástico que claramente había comprado en alguna tienda de souvenirs.

"El lado oscuro de la Fuerza es el camino hacia habilidades que algunos considerarían… antinaturales."

Himeko casi se atragantó con su vino.

Bronya Rand parpadeó lentamente.

"¿…Por qué Kiana habla como un villano de película? ¿Y por qué Aleph parece un personaje de Devil May Cry?"

"¿Qué está pasando aquí?"

Aleph desenfundó su katana y señaló a Welt con una mirada desafiante.

"Anciano… Muévete de mi camino. Debo superar mi humanidad."

Kiana levantó su mano y usó su "poder de la Fuerza" en Himeko.

"Inclínate ante el poder del lado oscuro."

Himeko la miró como si estuviera loca.

"Niña, ¿qué estás—?"

De repente, un fuerte BANG resonó en la sala cuando una explosión imprevista de Honkai (provocada por Kiana sin querer) envió a Himeko volando por las escaleras.

¡THUMP THUMP THUMP THUMP—!

El grupo se quedó en silencio mientras miraban a Himeko rodar hasta quedar boca abajo en el suelo.

Bronya Zaychik, que acababa de llegar, miró la escena con expresión neutra.

"…Confirmado. Kiana se ha vuelto estúpida otra vez."

Welt suspiró, masajeándose las sienes.

"No… Esto es peor que estupidez."

Fu Hua cruzó los brazos.

"Es un caso avanzado de Chuunibyou Terminal."

"¿Chuunibyou?" Mei apareció desde la cocina con una taza de té.

"Sí." Welt señaló a los dos lunáticos en la entrada.

"Han pasado demasiado tiempo consumiendo anime, videojuegos y películas en un estado de insomnio absoluto. Ahora… han perdido completamente el sentido de la realidad."

Mei parpadeó lentamente.

"…Oh no."

Y en ese instante, Aleph levantó su katana y cortó en dos la mesa de la sala con un solo movimiento.

¡SLASH!

La mesa se partió perfectamente en dos, cayendo a ambos lados con un impacto pesado.

Todos miraron el desastre con los ojos abiertos.

"…"

"…"

"…"

Aleph levantó la vista con un aire de superioridad.

"Solo los débiles dependen de muebles."

Kiana asintió con los brazos cruzados.

"Así es. No necesitamos mesas ni sillas. Solo el poder."

Bronya Rand exhaló un suspiro pesado.

"…Tenemos que hacer algo antes de que destruyan el lugar."

Welt y Fu Hua asintieron con gravedad.

Y así, el destino de la humanidad estaba en juego…

Por culpa de dos idiotas con la percepción de la realidad completamente alterada.

**********

Acto 2: La Resistencia se Organiza

El desastre había comenzado.

Aleph y Kiana, completamente absorbidos por sus delirios de Chuunibyou, ya habían causado daños colaterales importantes en los primeros cinco minutos de su regreso.

Una mesa cortada a la mitad. Himeko inconsciente al pie de las escaleras. Y lo peor de todo…

No mostraban señales de detenerse.

"¡Aleph!"

Fu Hua lo señaló con firmeza.

"¿Qué demonios estás haciendo?"

Aleph cerró los ojos con una expresión estoica y cuando los abrió sacó un papel arrugado de su bolsillo y comenzó a leerlo.

"…El destino de un guerrero no está escrito en el polvo del pasado. Solo aquellos que abrazan el filo de la existencia pueden—"

Fu Hua lo interrumpió con un golpe en la cabeza.

¡BOP!

Aleph tambaleó, sorprendido.

"¡Hey!"

"¡Cállate con tus monólogos edgy!"

Mientras tanto, Kiana encendía su "sable láser" (que todavía era de plástico) y caminaba lentamente hacia Mei.

"Te he observado por mucho tiempo, Mei…"

Su voz sonaba profunda, por alguna razón le agregaba de vez en cuando una respiración exagerada.

Mei parpadeó, completamente pérdida de hacia donde se dirigía esto.

"¿Qué estás—?"

"He venido a hacerte una oferta que no puedes rechazar."

Le extendió la mano dramáticamente.

"Únete a mí, Mei. Juntas, gobernaremos la galaxia. Nadie podrá detenernos."

Mei la miró como si le hubiera salido un tercer ojo.

"Kiana… ¿estuviste viendo Star Wars toda la semana?"

Kiana no parpadeó.

"…Tal vez."

Mei suspiró, cerrando los ojos.

"Esto es ridículo."

Pero Kiana no se rendía.

"¡Mei! Soy tu destino."

Aleph apareció a su lado con una sonrisa maliciosa y un chichon cómicamente grande en el lugar donde Fu Hua lo había golpeado.

"Lo siento, Kiana… pero no puedes tener el control del mundo."

Desenfundó su katana.

"Solo alguien con sangre de Sparda puede gobernar este reino."

Fu Hua frunció el ceño.

"¡Aleph! No eres Vergil."

"¡No eres mi madre!"

"¡¿QUÉ—?! ¡Eso ni siquiera tiene sentido!"

¡BANG!

Bronya Zaychik disparó una ronda de advertencia al techo con su arma.

Todos se congelaron.

Bronya los miró con su habitual expresión neutra.

"…Ya basta, esto es ridículo."

Pero Aleph y Kiana no se dejaron intimidar.

Aleph desapareció en una explosión de humo azul.

Kiana saltó hacia atrás y aterrizó en la barandilla de las escaleras con una precisión felina.

Ambos se rieron con arrogancia.

"Ja… ¿de verdad creen que pueden detenernos?" Aleph sonrió con arrogancia.

"Tontos mortales. Su poder es… insignificante." Kiana lo imitó.

Bronya Rand apretó los puños.

"…Esto se está saliendo de control."

Fu Hua suspiró.

"Si no los detenemos ahora, el mundo estará en peligro."

Mei asintió.

"Entonces debemos hacer lo que cualquier persona sensata haría en este tipo de situaciones."

Bronya la miró con curiosidad.

"¿Y qué es eso?"

Mei se levantó con determinación.

"Formar la Resistencia."

Fu Hua entrecerró los ojos.

"…Me estás diciendo que tenemos que hacer un golpe de Estado contra dos idiotas con delirio de grandeza y anime."

"Sí."

Welt ajustó sus lentes.

"Tiene sentido."

Himeko, que finalmente había despertado, se frotó la cabeza adolorida.

"Ugh… ¿de qué me perdí?"

Mei le puso una mano en el hombro.

"Himeko… el destino del mundo está en juego."

Himeko frunció el ceño.

"…"

Tomó su copa de vino, la terminó de un trago y se puso de pie con firmeza.

"…Bien. ¿Cuál es el plan?"

Mei sonrió.

"Primero… atrapamos a Aleph y Kiana."

Bronya asintió.

"Eso debería ser fácil."

Pero en ese momento…

Una explosión afuera sacudió el lugar.

Todos corrieron a la ventana y lo que vieron les heló la sangre.

Kiana estaba flotando en el aire, cubierta por un aura oscura de energía Honkai, con su capa ondeando en el viento.

"¡JAJAJA! ¡IMBÉCILES! ¡SUS ESFUERZOS SON INÚTILES!"

Aleph estaba de pie sobre un edificio, sosteniendo su katana con arrogancia.

"El Destino ha hablado. Nosotros reinaremos sobre este mundo, no hay nada que puedan hacer... Salvó darnos tributos en gomitas cada semana."

"¡Y de cualquier sabor menos naranja!" Grito Kiana.

¡BOOOOOOOM!

Una explosión de rayos y fuego iluminó el cielo.

Fu Hua se frotó la sien.

"…Nos quedan cinco minutos antes de que destruyan todo, ¿cierto?"

Bronya asintió.

"Probablemente menos."

Mei cerró los ojos y respiró hondo.

"Muy bien… ¡es hora de la guerra!"

La Resistencia había nacido.

Y con ella… la última esperanza de la humanidad.

***********

Acto 3: Operación "Bajen a esos malditos idiotas"

....

La Resistencia se movilizaba.

Mei, Fu Hua, Himeko, Bronya (HI3), Bronya (HSR), Welt y Seele (HSR) se habían reunido en una improvisada sala de guerra.

Encima de la mesa, un mapa holográfico de la ciudad mostraba la zona de desastre.

Kiana y Aleph habían tomado el control de un rascacielos abandonado y lo habían transformado en su fortaleza.

La torre estaba cubierta por barreras de energía.

Rayos rojos caían cada pocos segundos.

Una banderita ondeaba en la cima con el símbolo del Imperio.

Mei cerró los ojos, su ceño fruncido en concentración.

"Muy bien. La situación es crítica."

Fu Hua asintió.

"Si los dejamos así… el mundo podría colapsar en su estupidez."

Himeko se sirvió otro trago.

"¿Cuál es el plan?"

Bronya desplegó un proyector y mostró un PowerPoint.

Se aclaró la garganta.

"Bienvenidos a 'Cómo derrotar a dos idiotas con complejo de anime'. Presentado por Bronya Zaychik."

Todos asintieron con solemnidad.

Bronya cambió de diapositiva.

> Fase 1: Atracción

Usar señuelos para atraer su atención.

Manipular su Chuunibyou a nuestro favor.

Mei entrecerró los ojos.

"¿Cómo?"

Bronya señaló a Seele.

"Seele, te toca."

Seele parpadeó mientras se señalaba a si misma.

"¿Qué? ¿Por qué yo?"

"Eres su punto débil. Si cambiaras tu vestuario por un lindo vestido blanco, arrglaramos un poco tu peinado y expresión serias la carnada perfecta."

Seele infló las mejillas.

"¡No soy un señuelo!"

Bronya se cruzó de brazos.

"Sí, sí lo eres. Vamos."

Seele suspiró con resignación.

"Bien… pero si me llaman 'doncella en apuros', me largo."

.....

Fase 1: El Cebo

Aleph y Kiana estaban en la cima de su torre, mirando la ciudad como emperadores.

Kiana apuntó al horizonte.

"La galaxia es nuestra, Aleph."

Aleph solto una risa arrogante.

"Pronto, mi hermana. El mundo se postrará ante nosotros."

De repente, una voz familiar resonó en la plaza.

"¡AUXILIO! ¡ESTOY EN PELIGRO!"

Aleph parpadeó.

"…¿Seele?"

Abajo, Seele estaba atada con una soga a un poste, agitándose dramáticamente.

"¡Oh no! ¡Alguien me ha capturado!"

Aleph se inclinó hacia adelante con confusión.

"¿Pero quién te atrapó?"

Mei salió detrás de una esquina con una capa oscura, un bastón de plástico, un monoculo y un bigote falso.

"¡Ja! ¡He tomado a esta joven como mi prisionera!"

Aleph y Kiana intercambiaron miradas.

Kiana frunció el ceño.

"Oye, Mei… ¿por qué actúas como villana?"

Mei dudó.

"Uhh…"

Mierda. No pensó en eso.

Bronya, escondida en un callejón, susurró a través de un comunicador.

"Síguelo."

Mei carraspeó.

"¡Porque ustedes han dominado el poder del mal! ¡Solo otro villano puede detenerlos!"

Aleph asintió con seriedad.

"Tiene sentido."

Kiana sacó su sable láser (ahora un palo de escoba).

"Entonces… ¡pelea!"

Mei sintió un sudor frío.

"Espera, espera, no—"

Kiana saltó del edificio directo a Mei con una patada voladora.

¡BOOOOM!

Mei salió disparada contra un auto.

"¡ACK!"

Fu Hua, observando desde la distancia, suspiró.

"Plan fallido."

*********

Fase 2: Intervención de Fuerza

Himeko ajustó su chaqueta.

"Bueno, basta de sutilezas. Vamos por la opción nuclear."

Sacó varias botellas de vodka.

Bronya parpadeó.

"¿Qué planeas hacer?"

Himeko sonrió.

"Emborracharlos. Funcionó con Welt par hacer que aceptara bajo contrato hacer mi papeleo durante los próximos, funcionará con ellos."

Fu Hua suspiró.

"Eso suena increíblemente irresponsable."

Himeko tiró una botella hacia la torre.

"¡CHICOS! ¡ESPECIAL DE VODKA GRATIS!"

Aleph se teletransportó al suelo en un instante.

"¿Dónde?"

Kiana cayó sobre él.

"¡Dame dos!"

Fu Hua y Mei se miraron.

"…¿Eso fue demasiado fácil?"

"Sí."

Pero justo cuando Himeko sacaba la siguiente botella…

Aleph levantó la mano con seriedad.

"Espera."

Kiana asintió.

"Algo no está bien."

Ambos se voltearon a ver.

"…Nos están intentando detener."

Bronya sintió un escalofrío.

"¡Maldición! ¡Se dieron cuenta!"

Aleph desenvainó su katana.

Kiana encendió su sable láser (El palo de escoba se rompió así que buscó un reemplazo de juguete).

"¡TRAICIÓN!"

La pelea comenzó.

....

Todo se convirtió en un caos.

Aleph desaparecía y reaparecía con teletransportaciones (convertía su cuerpo en electricidad y se movía así).

Kiana lanzaba rayos con la "Fuerza".

Mei corría para salvar su vida.

Fu Hua intentaba pelear, pero cada vez que golpeaba a Aleph, él citaba frases raras con una voz profunda.

"¡Aleph, ya calmate o cuando regreses a la normalidad dormiras en el sofá hasta nuevo aviso!"

Aleph bloqueó con una mano.

"Mi espada no es para matar. Al menos no a usted dulce doncella, aunque devo admitir." El rostro de Aleph se acercó al suyo, instintivamente cerro los ojos, pero él se detuvo en su oreja. "Me pregunto... ¿que tan bien lucirias un traje de monja?"

"¡¿Que?!"

.....

Himeko intentó detener a Kiana lanzándole un zapato.

Kiana lo esquivó con un movimiento que parecía sacado de Matrix.

"Patético."

Bronya hackeó la barrera y desactivó su energía.

"¡Ahora!"

Seele atacó a Aleph con su guadaña deteniendo su momento romántico (?)

¡PAM!

Pero Aleph la atrapó con dos dedos.

"Tsk… no eres lo suficientemente rápida."

Seele abrió los ojos como platos.

"¡¿Qué?!"

Fu Hua finalmente golpeó a Aleph en el estómago con toda su fuerza, por alguna razón su rostro estaba completamente rojo.

Si alguien le preguntara que le susurro Aleph luego de lo del traje de monja ella negaría absolutamente todo.

¡BOOOOOOM!

Aleph salió volando directo a la fuente de la plaza.

Kiana quedó de pie, rodeada.

Miró a todos.

Suspiró y levantó sus manos.

"…Muy bien, me rindo."

Silencio.

Mei parpadeó.

"¿Eh?"

Kiana apagó su sable.

"Ya me aburrí. Demasiada pelea y poca conquista galáctica."

Aleph emergió de la fuente empapado.

"…¿Terminó?"

Fu Hua se cruzó de brazos y le dirigió una mirada dura.

"Sí."

Aleph suspiró.

"Demonios… estaba a punto de alcanzar el estado de 'Dark Slayer'."

Mei se frotó la cara.

"Al menos el mundo está a salvo."

Todos miraron la ciudad… estaba completamente destruida.

Welt apareció en la distancia con una taza de café.

"Bien. ¿Quién paga los daños?"

Silencio.

Kiana y Aleph se señalaron mutuamente.

********

Acto 4: El Gran Juicio

.....

El desastre estaba hecho.

La ciudad parecía un campo de batalla post-apocalíptico.

Edificios con cortes limpios de katana.

Autos aplastados.

Un rascacielos tenía el logo de Devil May Cry grabado con fuego.

Una gigantesca réplica de la estrella de la muerte construida con piezas de cubos rubik, legos y cinta adhesiva aplastaba una gran parte del área comercial.

Y en la plaza central, un enorme letrero de neón que decía:

MOTIVATION WILL NEVER DIE

El mundo entero quería respuestas.

Y así…

El juicio comenzó.

.....

La Sala del Tribunal

Los sobrevivientes de la catástrofe estaban reunidos en un enorme salón.

Pom-Pom, en un traje de juez, golpeó su mazo.

"¡Silencio en la corte!"

Aleph y Kiana estaban sentados en el banquillo de los acusados.

Ambos esposados.

Frente a ellos, el jurado estaba compuesto por Fu Hua, Himeko, Welt, Bronya (HI3), Bronya (HSR), Seele (HSR) y Mei.

Los ciudadanos de la ciudad observaban con pancartas de protesta.

"RECONSTRUCCIÓN AHORA"

"¡NO MÁS IDIOTAS COSPLAYERS!"

"¿CÓMO REPARAREMOS TODO ESTO?!"

Pom-Pom se ajustó su peluca de juez.

"¡El juicio ha comenzado!"

Se giró hacia Aleph y Kiana.

"¡Aleph Avesta y Kiana Kaslana, se les acusa de cometer crímenes contra la cordura y la propiedad pública! ¡¿Cómo se declaran?!"

Aleph cruzó los brazos.

"Inocente."

Kiana levantó la mano.

"Yo me declaro épica."

Silencio.

Pom-Pom los fulminó con la mirada.

"¿ACASO NO VEN LO QUE HAN HECHO?!"

Welt se aclaró la garganta.

"Muy bien. Examinemos los daños."

Se desplegó un holograma de la ciudad.

Himeko apuntó con un puntero láser.

"Primero, la Torre del Oscura."

Bronya suspiró.

"Estaba cubierta de "barreras dimensionales que desviaban misiles nucleares"."

Mei sacó un documento.

"Además, bloquearon el tráfico aéreo porque Aleph escribió "Sky is Mine" en el cielo con fuego."

Fu Hua levantó un dedo.

"Sin mencionar que Kiana intentó conquistar la alcaldía y nombrarse Emperatriz del Planeta."

Seele frunció el ceño.

"Y lo peor… me usaron de cebo ¡Esos estúpidos vestidos no me quedan!"

Aleph se frotó la barbilla.

"Hmm… sí, lo hicimos."

Kiana asintió.

"Sí, fue bastante genial."

Pom-Pom los golpeó con un mazo.

¡BAM!

"¡Eso no es una defensa!"

Bronya suspiró.

"Juez Pom-Pom, por favor, dicte sentencia."

Pom-Pom asintió con gravedad.

"Por el poder que me confiere este Expreso Astral… los declaro…"

Los ciudadanos contuvieron la respiración.

Aleph y Kiana esperaban con serenidad y orgullo.

"¡CULPABLES DE SER LOS MÁS GRANDES IDIOTAS QUE EXISTEN!"

...

La Sentencia

Mei levantó la mano.

"Solicito que trabajen en la reconstrucción de la ciudad hasta que paguen cada centavo de daño."

Bronya asintió.

"Y que no puedan ver anime ni jugar videojuegos en seis meses."

Aleph y Kiana pálidos con expresiones de horror puro.

"¡¿QUÉ?!"

Fu Hua suspiró.

"También propongo que Welt sea su supervisor."

Welt levantó una ceja.

"Espera, ¿por qué yo?"

Himeko sonrió.

"Porque eres el único con la paciencia suficiente para hacerlo... Dan Heng posiblemente acabaría intentando matarlos."

Pom-Pom golpeó su mazo.

"¡Así será!"

Aleph y Kiana se miraron.

Luego sonrieron de lado.

"Bueno, seis meses sin anime suena horrible… pero al menos no estamos en prisión."

Welt ajustó sus lentes.

"Oh, ¿no les dijeron?"

"¿Eh?"

Welt sacó una lista de tareas.

"Ambos estarán bajo supervisión constante y tendrán que completar más de 11000 misiones comunitarias en los próximos seis meses."

Kiana tragó saliva.

"…¿Qué tipo de misiones?"

Welt sonrió.

"Limpieza de calles. Reparación de edificios. Trabajar en la oficina de impuestos."

Aleph y Kiana se miraron con terror.

Aleph tragó saliva.

"…Prefiero enfrentarme a Babel de nuevo."

Kiana murmuró con horror.

"No puede ser… hemos sido derrotados."

Pom-Pom sonrió satisfecho.

"Caso cerrado."

¡BAM!

********

Acto Extra: La Vida sin Anime…

Y así, el reinado del mal cayó.

Aleph y Kiana fueron condenados a una existencia de trabajo comunitario.

Sin anime.

Sin videojuegos.

Sin speedruns de apocalipsis.

Se convirtieron en personas responsables…

…o al menos eso pensaron todos.

Un mes después…

Mei entró a la habitación de Aleph para ver cómo iba su "rehabilitación".

"Aleph, ¿estás haciendo tu trabajo?"

Silencio.

Mei levantó una ceja.

Se acercó a la puerta…

La abrió de golpe…

Y dentro, encontró a Aleph con una armadura negra de estilo medieval, una espada enorme y una mirada oscura, por alguna razón tenía un ojo cerrado.

En el espejo, Kiana practicaba poses mientras vestía ropa extraña.

Mei palideció.

"…No. No otra vez."

Aleph levantó su espada con seriedad.

"Mis cadenas han sido rotas. El guerrero oscuro renace."

Mei gritó con frustración.

"¡Dejen de actuar como personajes de anime!"

Aleph sonrió con suficiencia.

"Pero, Shogun Raiden ¿No está usted en la misma situación?"

Mei se quedó mirándolo como si hubiera dicho la mayor idiotez posible.

FIN?

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